Lamentem comunicar-vos que
aquest blog ha arribat al seu fi,
el seu autor, Toni Mont
(Brian), ens ha deixat.
Esperem que hagueu
disfrutat de la seva companyia
com ell va disfrutat de la vostra.
Atentament.
La seva família
Bloc per a la reflexió i, si s'escau, el debat
Amistades peligrosas
Antón Costas 3 JUN 2012 - 00:12 El País
Con el paso del tiempo, los historiadores podrán documentar mejor lo que hoy, no obstante, es ya una evidencia muy clara: la causa principal de lo que nos está pasando son las relaciones incestuosas que se fueron creando a lo largo de las últimas décadas entre banqueros y políticos. Esas relaciones se han convertido en amistades peligrosas cuyas consecuencias estamos pagando, de formas diversas, todos los ciudadanos.
El factor que explica mejor la mayor intensidad en España de la recesión, del desempleo y de la pobreza en comparación con otros países no es nuestro mercado de trabajo, sino la mayor sequía de crédito. Por lo tanto, esos mayores costes económicos y sociales de la crisis hay que contabilizarlos en el pasivo de esas relaciones entre banqueros y políticos.
El no querer exigir responsabilidades está llevando al Gobierno a buscar soluciones que no son tales, sino amaños para ocultar y no exigir responsabilidades. El caso de Bankia es paradigmático. Solo encuentro una explicación inteligible a la forma técnicamente tan torpe como se está gestionando políticamente su grave situación financiera: que a pesar de todo lo que llevamos vivido aún no se han roto esas amistades peligrosas entre banqueros y políticos. No se ha querido responsabilizar a los antiguos directivos y consejeros de los fracasos de gestión y los desmanes, porque eso fueron, entre otras, las operaciones de venta fraudulenta de las preferentes a ahorradores y pensionistas incautos abusando de su confianza, o la precipitada salida a Bolsa, que ha dejado a miles de pequeños inversores en la ruina.
¿Cómo explicar que hasta ahora, al contrario de lo que en EE UU o Reino Unido, ningún Parlamento, ya sea el de Madrid o de las autonomías, haya abierto una investigación sobre esas responsabilidades? Solo tomando en consideración esas amistades es posible entender esta inacción política.
Pero dado que las consecuencias no se han acabado, como diré más adelante, vale la pena ver cómo se fueron articulando esas amistades peligrosas.
En primer lugar, durante la etapa de burbuja de crédito y del boom inmobiliario se fueron configurando unas relaciones de connivencia e interés mutuo entre banqueros y políticos. Los primeros financiaron proyectos públicos o privados de discutible rentabilidad a largo plazo y, a cambio, los segundos, que tenían responsabilidades de supervisión, a nivel autonómico y central, cerraron los ojos al elevado riesgo crediticio y su concentración, una actividad tan volátil como la promoción inmobiliaria y la compra de suelo. Esos riesgos fueron mucho más elevados allí donde la amistad fue más próxima e incestuosa, como en el caso de Castilla-La Mancha, Valencia y Madrid, entre otros. La consecuencia fue que el balance de muchas cajas y bancos se llenó de activos de riesgo valorados en balance a precios muy inflados.
Cuando el flujo de crédito internacional se acabó y cajas y bancos no pudieron seguir endeudándose, la burbuja inmobiliaria pinchó y la economía entró en recesión. Los precios de esos activos se desplomaron, quedando en los balances como elementos tóxicos que amenazaban la solvencia e impedían a la banca ejercer la función social que la justifica: suministrar crédito a empresas y familias.
En ese momento, como ocurre cuando los riñones de una persona dejan de funcionar como consecuencia de años de ingerir sustancias tóxicas, la terapia adecuada era practicar una diálisis bancaria; es decir, conectar los bancos intoxicados al sector público (nacionalización) para extraer los elementos tóxicos y sanear los bancos para que pudiesen seguir haciendo su función de suministro de crédito al cuerpo económico.
Pero esa diálisis es cara y hay que hacerla con recursos públicos, como hicieron EE UU o Reino Unido. Para ello había que explicar a los contribuyentes que convenía rescatar a los bancos, pero no a los banqueros, y que se iban a exigir responsabilidades de todo tipo a directivos, accionistas y acreedores, impidiendo sobresueldos, indemnizaciones, pensiones de escándalo y dividendos ficticios. Es decir, como hizo Suecia en 1992 en circunstancias similares, cuando practicó esa diálisis creando los llamados bancos malos, pero buscando legitimidad política para hacerlo.
Pero en España, al no querer exigir esas responsabilidades, primero el Gobierno de Rodríguez Zapatero y ahora el de Mariano Rajoy, buscaron las soluciones en amaños que acaban complicando las cosas. Eso es lo que ha ocurrido con las fracasadas fusiones de conveniencia, como si la biología y el sentido común no nos enseñase que la unión entre un infectado y uno sano no acaba con los dos infectados. O con la torpe gestión del caso de Bankia, una muestra clara de que esas amistades peligrosas continúan condicionando la solución a la crisis bancaria. Y con ella, la salida a la crisis y la vida de muchos ciudadanos.
Por desgracia, los efectos dañinos de esas amistades son aún más amplios. La dimisión forzada del gobernador del Banco de España es un ejemplo, con lo que significa de pérdida de reputación de una institución básica. Como lo fue antes la perdida de reputación de la Intervención General del Estado. O la pérdida de virtudes cívicas que provocará la amnistía fiscal a los ricos. O la amnistía penal concedida hace unas semanas a algunos banqueros. Estamos ante un quebranto de virtudes cívicas e instituciones que son esenciales para buen funcionamiento de la economía, la sociedad y la democracia. Virtudes e instituciones que una vez deterioradas será muy difícil reconstruir.
No sé de donde puede venir, pero necesitamos con urgencia una regeneración de la política que acabe con la cultura de irresponsabilidad de las élites financieras.
Andreas B. Breivik |
"El genetista Herbert Stern decía que no somos moralmente autónomos. Lo que pasa es que aunque algunos miembros de la sociedad lo comprendan, una sociedad donde nadie es moralmente responsable no sobreviviría. O sea, lo que él llamó fraude piadoso: a pesar de que no es justo que a alguien se le castigue por sus actos, la supervivencia de la sociedad obliga a ello."
—Quina cosa mes bonica —va dir en Bernat, admirat.
—M’agrada molt, el lloc. Hi he vingut sis o set vegades, primavera, estiu, tardor... Es relaxant.
En Bernat va respirar, satisfet, i va dir com pots no creure veient la bellesa i la pau d'aquest claustre.
—Els que vivien aquí adoraven un Déu venjatiu i rancuniós.
—Una mica de respecte.
—Ho dic mol dolgut, Bernat; no faig broma.
Si callaven, només se sentia el glaç fet a bocins pels seus trepigs. Cap ocell no tenia interès a congelar-se. En Bernat va respirar fondo i va treure un núvol espès com si fos una locomotora. L'Adrià va reprendre la conversa:
—El Déu cristià es rancuniós i venjatiu. Si comets una falta i no te'n penedeixes, et castiga amb l’infern etern. Em sembla una reacció tan desproporcionada que amb aquest Déu no hi vull tractes.
Monestir de Bebenhausen
—Però...
—Però què.
—Doncs que és el Déu de l’amor.
—Puja aquí dalt i balla: a rostir-te eternament perquè no has anat a missa o has robat al veí. No hi veig amor per enlloc.
—En fas una visió parcial.
—No et dic que no: no en sóc especialista. —Es va aturar en sec:— Hi ha coses que em corsequen mes.
—Com ara què?
—El mal.
—Què?
—El mal. Per que el permet el teu Déu? No evita el mal: es limita a castigar el malvat amb el foc etern. Per que no evita el mal? Tens una resposta?
—No... Be... Déu respecta la llibertat humana,
—Això t'ho fan creure els sacerdots astuts; per a ells també es inexplicable la deixadesa de funcions de Déu davant del mal.
(pag. 421, 422)
"He perdut tot el gas. Em falten eines de filòsof per prosseguir l'itinerari. M'entesto en buscar el lloc on resideix el mal i sé que no és a l'interior d'una persona. A l'interior de moltes persones? El mal és fruït d'una voluntat humana perversa? O no: prové del Diable, que l'inocula a les persones que ell creu convenient (...)"
(pag. 954)
La cuestión filosóficopolítica del mal es hoy una cuestión abierta (...) No estoy en condiciones para salir del atolladero teórico. Siento la desazón de quien invoca una necesidad intelectual a sabiendas de que no tiene la fórmula para satisfacerla convincentemente.
El triomf de la mort (Pieter Brueghel el Vell) |
“Fins ahir a la nit, caminant pels carrers molls de Vallcarca, no vaig comprendre que néixer en aquella família havia estat un error imperdonable. De sobte havia entès que sempre havia estat sol, que mai no havia pogut comptar amb els pares ni amb un Déu a qui encarregar la cerca de solucions..."
Sant Pere del Burgal (F. Carles ebrenc) |
Ego te absolvo a peccatis tuis, in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti, Obersturmbannfürer.
—Amen —va respondre fra Nicolau mentre besava amb humilitat la creu de fil d'or de l'estola del venerable pare confessor, amb l'ànima benauradament alleujada pel sagrament de la confessió.
—Els catòlics ho teniu molt bé, amb això de la confessió —va fer la Kornelia, al mig del clautre, amb els braços estesos, deixant-se banyar pel sol de primavera.
(pag. 395)
El jardí de les delícies (El Bosch) |
Aristòtil (Viquipèdia) |
Constitució de 1812 |
El pasado hecho presente, aunque sólo en las partes que cumplen la función deseada. La Constitución de 1812 sería “un eslabón decisivo en el esfuerzo para la liberación de la Patria” (palabras del Rey) o “una de las mayores aportaciones a la cultura política universal” (Rajoy).
En vez de subrayar esos valores, reprimidos después durante tanto tiempo, lo que han destacado los discursos oficiales es la “unidad nacional” y el “espíritu de concordia”, las motivaciones patrióticas, en suma, que mejor sirven al presente.
Pese a lo bonita que puede resultar la celebración, no hay un hilo conductor que una aquel pasado de 1812 con el presente, como si la historia de España de los siglos XIX y XX hubiera sido una lucha continua del “pueblo” por mantener sus libertades. La historia dice más bien lo contrario: las constituciones del siglo XIX que más duraron fueron muy conservadoras y el siglo XX, hasta 1978, estuvo marcado por las dictaduras y la negación del constitucionalismo.
Manifest dels perses
Ninguna institución democrática actual ha querido o se ha atrevido a conmemorarla, celebrarla cuando cumple años (80 el pasado diciembre), y menos todavía reconocerla.
Planteada de esa forma, la historia rescata tradiciones inventadas desde el presente y proporciona lecciones morales.
(...)
lo que debe siempre evitarse es buscar los hechos más convenientes para apoyar las ideas favoritas.
No situar los hechos en su contexto histórico apropiado conduce a perspectivas ahistóricas y a leer el pasado con los ojos del presente.
mientras tanto, las celebraciones oficiales siguen alimentando relatos míticos, simplificados, para consumo popular, a mayor gloria del poder.
De aquí |
La urgencia del multilateralismo democràtico
Federico Mayor Zaragoza El País, 17/3/2012 Hay que refundar las instituciones de gobernanza global y evitar que en ellas haya derecho de veto
En este mismo periódico, el 29 de febrero, un editorial se titulaba así: Siria, sin solución. El régimen de El Asad acentúa la represión ante una comunidad internacional impotente. Ante la complejidad del conflicto —problemas intrarreligiosos incluidos— y la inoperancia de los "occidentales" la Liga Árabe y la ONU han designado al ex secretario general Kofi Annan como enviado especial a Siria. Pero la eficacia de esta excelente designación queda limitada por carecer de la indispensable unanimidad, ya que Rusia y China no confían en el potencial resultado de desbancar a El Asad en favor de un variopinto Ejército Libre.
Sí, lo más inmediato es abordar eficazmente la cruenta situación siria. Sería necesario, como ya he indicado en algunas ocasiones, convocar una reunión extraordinaria y urgente de la Asamblea General de las Naciones Unidas para designar unánimemente a un representante como único interlocutor para detener, con la autoridad que le conferiría ser portavoz del mundo entero, la inmensa sangría y adoptar las medidas subsiguientes para la normalización de la situación, con un sistema de auténticas libertades públicas.
Y lo mismo para cuestiones de similar naturaleza y emergencia, tales como Somalia, Irán, Libia…
En la misma reunión extraordinaria se decidiría iniciar la "refundación" del sistema de las Naciones Unidas, basada en: I) una Asamblea General en la que el 50% serían representantes de los Estados pero el otro 50%, para cumplir con lo que establece la Carta en su inicio ("Nosotros, los pueblos…"), serían representantes de la sociedad civil, tanto instituciones como elegidos expresamente para ello; II) al Consejo de Seguridad actual se añadiría un Consejo de Seguridad socioeconómico y un Consejo de Seguridad Medioambiental.
En todos los casos, el voto sería ponderado pero no existiría el veto, que actualmente impide el funcionamiento democrático de la gran Organización multilateral.
A las instituciones anteriores se añadiría una Corte Internacional de Justicia con unas nuevas normas y pautas de comportamiento, de tal manera que los actuales tribunales de ámbito mundial quedaran incorporados y con un funcionamiento suficientemente ágil y eficaz.
De forma similar, todas las instituciones multilaterales eliminarían —como la unanimidad en el caso de la Unión Europea— las prácticas antidemocráticas.
El multilateralismo es especialmente apremiante, porque la globalización ha favorecido exclusivamente al 20% de la humanidad, a los que vivimos en el barrio próspero de la aldea global. El 80% restante, en un gradiente progresivo de precariedades, vive en condiciones tan desfavorables que —no me canso de repetirlo, porque constituye un auténtico problema de conciencia— más de 60.000 personas mueren diariamente de hambre, en un genocidio de desamparo y olvido. El G-6, G-7, G-8, … los grupos plutocráticos que el neoliberalismo puso en práctica en los años 80, al tiempo que marginaba al sistema de Naciones Unidas, han resultado, como era de esperar, un fracaso cuyo impacto todavía desconocemos en su totalidad.
En 1998, se inició el G-20 para hacer frente a la crisis asiática, reduciéndose a un foro de ministros de economía. Reformado, aparece de la mano del presidente George Bush en noviembre de 2008, ya elegido el Presidente Barack Obama, para remediar el naufragio de grandes instituciones financieras de los Estados Unidos. Lo que ha quedado claro desde entonces es que el G-20 carece no solo de representatividad —únicamente agrupa a países ricos— sino que ha resultado completamente incompetente en la regulación de las finanzas y en la eliminación de los paraísos fiscales, ambas acciones prometidas solemnemente cuando se solicitaban colosales cifras de rescate para los bancos en zozobra. El FMI, el Foro de Estabilidad Financiera, el Comité de Seguridad Bancaria de Basilea… rinden cuentas al G-20, según se decidió en la Cumbre de Pittsburgh. Carente de un secretariado permanente y de las estructuras necesarias y sometido, de hecho, al servicio de los países más poderosos, el G-20 no ha podido superar con éxito los grandes desafíos que enfrentaba.
La coordinación económica global debe llevarse a cabo, en consecuencia, por entidades de ámbito planetario que dependerían del Consejo de Seguridad Socioeconómico arriba indicado.
En cuanto al tema de seguridad, todo el mundo está de acuerdo en que es necesario ampliar sin ulterior demora el concepto de seguridad, actualmente limitado siempre a los términos de defensa y capacidad militar. Se trata de la seguridad social, que incluye la seguridad energética, la seguridad climática, la seguridad ante catástrofes naturales o provocadas y, desde luego, también la seguridad territorial. Es inmoral ver cómo se venden los últimos adelantos bélicos a países que se hallan en una auténtica situación de quiebra socioeconómica o que viven por debajo del umbral de la pobreza. Invertir 4.000 millones de dólares al día en gastos militares y armamento es realmente una auténtica provocación a la que, por desgracia, nos hemos acostumbrado.
También me he referido a un Consejo de Seguridad del Medioambiente porque constituye una total falta de responsabilidad intergeneracional olvidarnos de los grandes deberes que tenemos que cumplir para que nuestro legado a quienes llegan a un paso de nosotros no perjudique la habitabilidad del planeta. Con rigor científico, debe ahora reclamarse, al cumplirse veinte años de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, una atención especial a la salubridad del planeta. Si no fuera así, creo que debería de ser motivo de una movilización formidable, tanto presencial como virtual, de todos los jóvenes del mundo reclamando que se atienda lo que es crucial para el futuro de la humanidad.
Se cambiaron los principios democráticos por las leyes del mercado y ahora son los mercados los que, rescatados, acosan a los "rescatadores empobrecidos". En el caso de Europa, se está llegando a situaciones límite ya que es el gran dominio el que nombra a los gobiernos sin comicios electorales. Para más inri, en Grecia e Italia, países cuna y símbolo del sistema democrático. Entre los mercados y sus agencias de calificación vamos de capa caída.
"Europa vive el peligro de un retroceso democrático", ha declarado Viviane Reding, comisaria europea de Justicia, a principios de este mes de marzo. Europa sigue empeñada en tratar los síntomas y no la enfermedad, aplicando solo medidas de austeridad y reducción de la deuda en plazos intocables, con gastos de defensa enormes y un sistema de alianza con los Estados Unidos (OTAN) que debería haberse revisado y actualizado hace ya tiempo, coincidiendo con la desaparición del Pacto de Varsovia.
En anteriores escritos he destacado que, frente a la incapacidad de la Unión Europea para federarse fiscalmente (emitir euros para incentivos en la creación de empleo, como eurobonos o euroavales), Obama, en pocos meses, ha conseguido, sin un solo voto republicano a favor, por cierto, la atención médica a más de 30 millones de estadounidenses; ha dado pasos muy importantes en el desarme nuclear y, lo que debe subrayarse, ha ordenado al Pentágono iniciar la reducción de un tercio de gastos militares y de armamento, habiendo emitido para la movilización de la pequeña y mediana empresa, sobre todo, y para grandes inversiones públicas, unos 300.000 millones de dólares.
Y es que ¿puede imaginarse algo menos democrático e ineficaz que tener que adoptar, en la Unión Europea, las decisiones por unanimidad? Por otra parte, en el Europarlamento algunos de sus miembros han sido elegidos en países en los cuales la participación fue menor del 20%. Está claro que deberá requerirse, en lo sucesivo, cuanto menos, una participación del 51%.
La democracia ya no se reducirá a la votación en elecciones cada tres, cuatro, cinco años. La revolución informática, con la participación no presencial que procura, permitirá una inflexión histórica. La movilización popular pacífica, con más propuestas que protestas, permitirá enderezar muchas tendencias presentes.
Está claro que la situación actual requiere una rápida clarificación conceptual y estructural. Sería ahora oportuno proclamar una Declaración Universal de la Democracia, único contexto en el que podrían ponerse plenamente en práctica los Derechos Humanos
Solo de esta manera podrán realizarse las grandes transiciones pendientes: de una economía de especulación, deslocalización y guerra a una economía de desarrollo global sostenible. De una cultura de imposición, dominio y violencia, a una cultura de encuentro, diálogo, conciliación, alianza y paz.
Gregorio Luri |
Com veiem, tard o d'hora estem abocats a la avaluació del mestre. I és aquí on entre en joc la capacitat de decidir: l'inspector educatiu o el director del centre, segons el model.
Rosa Canadell |
«Tornem als temps del franquisme»
«La direcció professional és un retrocés. Tornem als temps del franquisme en que ja va existir un cos de directors. La formació no competeix als directors, sinó a la Conselleria de Ensenyament. L'alumne millora amb més recursos»
Un jutjat qualsevol |
Puedo estar de acuerdo en el fondo del discurso pero, bajando a lo concreto: ¿quienes se dedican “a la docencia desde hace años” no tienen ninguna responsabilidad en el hecho de mantener a sus alumnos en una “burbuja pedagógica”, que les va a estallar en la cara en cuanto salgan del aula? ¿Hasta cuando la escuela se creerá en posesión de una superioridad moral que le permite ir por libre y al margen de esa sociedad habitada por Harrys sucios?
A tenor del importante rescate de Grecia ha seguido un clamor denunciando la injerencia en la soberanía nacional del país heleno. Es cierto que a cambio de la importante ayuda europea, Grecia verá limitada su capacidad absoluta de maniobra, pero no creo que las denuncias sean justas. [...] a mi entender, un excesivo énfasis en la soberanía nacional conlleva graves problemas.
[...]
Todo depende de la concepción que tengamos de la soberanía. Dependiendo de dónde pongamos el énfasis y del grado de amplitud de nuestro enfoque, primaremos una dimensión “global o federal” o una “nacional” . La Unión Europea se encontraría a medio camino.
Paradójicamente, cuando estalló la crisis, la UE fue criticada por su falta de integración. Ahora que se quiere avanzar hacia ello, se le acusa de ir en contra de la soberanía nacional.
La ciudadanía tiene que tener la sensación de que las instituciones están dotadas de los mecanismos necesarias para hacerlos inclusivos en el proceso de decisión. Y ello implica una unión basada en normas y no, peligrosamente, en la relación de fuerzas.
Cualquier construcción conceptual de una juridificación de la política mundial tiene que partir, hoy en día, de indivíduos y Estados como las dos categorías de sujetos otorgadores de la Constitución Mundial. Como miembros fundadores, los Estados constitucionales legítimos (como nosotros queremos suponer) entran en juego ya en atención a su función actual de garantizar formas de vida política autodetreminadas por sus propios ciudadanos.
Reciclat, però encara val |
«¿Vostè donaria suport a un polític que no parlés mai en la seva llengua? ¿S'apuntaria a un projecte que emetés senyals de no estimar les coses que vostè estima, o fins i tot, de menysprear les coses que vostè estima?
[...]
Molts independentistes pensen que la clau per guanyar-se la voluntat dels catalans de parla castellana és el discurs econòmic, la denúncia de l'espoli fiscal, la promesa d'una independència sinònim de benestar. No dic que vagin errats, ni de bon tros, però crec que es queden a mitges. Perquè la gent no només té butxaca, la gent també té sentiments. (...) Molts catalans ens sentim profundament incòmodes a l'estat espanyol perquè ens demostra cada dia que el molesta que siguem com som. Ells voldrien que fóssim com ells, som una molèstia, una anomalia. I ho notem: no estimen el que nosaltres estimem, tenen al·lèrgia a la diversitat interna. És per això que, fins i tot si es resolgués el dèficit fiscal, igualment ens en voldríem anar.
Per la mateixa regla de tres, el futur estat català no es pot construir sobre la base de l'al·lèrgia a la diversitat interna, sinó de la seva plena assumpció, perquè en cas contrari esdevindrà inviable. El que proposo és neutralitzar aquest risc des d'ara mateix, fer un pas endavant i assumir el castellà com una cosa pròpia. [èmfasi meu]
[...]
Crec sincerament que ens cal un canvi sincer d'actitud, perquè el castellà no és només la llengua pròpia i estimada d'almenys la meitat dels nostres compatriotes, sinó que a més és un actiu econòmic brutal que s'ha de mimar o prendrem mal. En el procés cap a l'estat, hem d'assumir sense complexos i no cansar-nos d'explicar que la Catalunya independent continuarà sent com a mínim bilingüe, que el nostre serà un espai rigorosament garantista dels drets lingüístics de tots els ciutadans, que el castellà continuarà sent oficial i que Barcelona continuarà competint per ser cada vegada més influent en el món hispà. I que tot això és i serà perfectament compatible amb noves conquestes per a la llengua catalana, beneficiària directa i evident del canvi de titular de la sobirania.
Sí, es tracta d'un canvi de paradigma radical per al catalanisme lingüístic de tota la vida. És passar del bilingüisme com a amenaça al bilingüisme com a valor identificatiu del projecte de país. Tota la vida li hem dit al món que som diferents perquè allà parlen castellà i aquí parlem català. Doncs bé, potser en realitat l'autèntica diferència és que allà parlen només una llengua, i aquí... aquí en parlem dues.»
Las Vegas sota l'atac marcià |