24 de juny del 2012

Comiat





Lamentem comunicar-vos que aquest blog ha arribat al seu fi, 
el seu autor, Toni Mont (Brian), ens ha deixat.

Esperem que hagueu disfrutat de la seva companyia 
com ell va disfrutat de la vostra.

Atentament.

La seva família



3 de juny del 2012

Amistades peligrosas

Agraiment
Us agraeixo, com no podria ser d'altre manera, l'interès i bons desitjos de recuperació. En un anterior apunt ja havia comentat que pateixo leucèmia, que és una d'aquestes malalties que tenen un avanç incert ,a voltes ràpid, a voltes lent, que fins i tot de vegades sembla que et donin una treva, però que mai retrocedeixen. Sembla que en el meu cas, després d'anys d'estira i arronsa, s'ha decidit a atacar de nou i de fer-ho sense gaires miraments. El fet de comentar-ho en una posdata de l'últim apunt, i ara confirmar-ho, era només a efectes de la mínima cortesia (que espero no s'interpreti com una mena de impudor) de fer avinent als amics les coses que ens passen, siguin bones o dolentes, i no donar la sensació de que un se'n va i torna a la francesa, tot i que d'aquest bloc ningú n'ha d'esperar cap regularitat. (Cap intenció de fer-ne un trend topic).



Predicar al desert

Seguint, doncs, com deia l'altre dia, en una situació de poques oportunitats de seguir l'actualitat, sense gaire esma i amb dificultats per connectar-me a Internet, de quan en quan encara en venç la indignació, i, tot i constar-me la inutilitat pràctica del gest, no em ser estar de cridar: ei! eu vist el que diu aquest home?, és possible que algú digui coses tant clares i tant punyents, i a ningú sembli importar-li ni fer-ne cas? (dic lo de inutilitat pràctica del gest perquè simplement vull reproduir un article de El País, amb centenars de milers de lectors, per els meus 4 o 5 visitants: pura rebequeria)

Doncs això, que si l'altre dia uns minuts de diàleg eren més didàctics que tots els manuals i anàlisis, avui, aquest article de Antón Costas, si fóssim en un país amb un mínim de consciència cívica, hauria de fer bellugar les pedres. Ja ho sé: debades, rebequeries meves, però no me'n vaig a dormir sense dir-ho. Aquí va l'article tal qual, només amb negretes meves:

Amistades peligrosas

Durante la burbuja de crédito se configuraron relaciones de connivencia entre banqueros y políticos




Con el paso del tiempo, los historiadores podrán documentar mejor lo que hoy, no obstante, es ya una evidencia muy clara: la causa principal de lo que nos está pasando son las relaciones incestuosas que se fueron creando a lo largo de las últimas décadas entre banqueros y políticos. Esas relaciones se han convertido en amistades peligrosas cuyas consecuencias estamos pagando, de formas diversas, todos los ciudadanos.
El factor que explica mejor la mayor intensidad en España de la recesión, del desempleo y de la pobreza en comparación con otros países no es nuestro mercado de trabajo, sino la mayor sequía de crédito. Por lo tanto, esos mayores costes económicos y sociales de la crisis hay que contabilizarlos en el pasivo de esas relaciones entre banqueros y políticos.
El no querer exigir responsabilidades está llevando al Gobierno a buscar soluciones que no son tales, sino amaños para ocultar y no exigir responsabilidades. El caso de Bankia es paradigmático. Solo encuentro una explicación inteligible a la forma técnicamente tan torpe como se está gestionando políticamente su grave situación financiera: que a pesar de todo lo que llevamos vivido aún no se han roto esas amistades peligrosas entre banqueros y políticos. No se ha querido responsabilizar a los antiguos directivos y consejeros de los fracasos de gestión y los desmanes, porque eso fueron, entre otras, las operaciones de venta fraudulenta de las preferentes a ahorradores y pensionistas incautos abusando de su confianza, o la precipitada salida a Bolsa, que ha dejado a miles de pequeños inversores en la ruina.
¿Cómo explicar que hasta ahora, al contrario de lo que en EE UU o Reino Unido, ningún Parlamento, ya sea el de Madrid o de las autonomías, haya abierto una investigación sobre esas responsabilidades? Solo tomando en consideración esas amistades es posible entender esta inacción política.
El factor que explica mejor la mayor intensidad en España de la recesión es la sequía de crédito
Pero dado que las consecuencias no se han acabado, como diré más adelante, vale la pena ver cómo se fueron articulando esas amistades peligrosas.
En primer lugar, durante la etapa de burbuja de crédito y del boom inmobiliario se fueron configurando unas relaciones de connivencia e interés mutuo entre banqueros y políticos. Los primeros financiaron proyectos públicos o privados de discutible rentabilidad a largo plazo y, a cambio, los segundos, que tenían responsabilidades de supervisión, a nivel autonómico y central, cerraron los ojos al elevado riesgo crediticio y su concentración, una actividad tan volátil como la promoción inmobiliaria y la compra de suelo. Esos riesgos fueron mucho más elevados allí donde la amistad fue más próxima e incestuosa, como en el caso de Castilla-La Mancha, Valencia y Madrid, entre otros. La consecuencia fue que el balance de muchas cajas y bancos se llenó de activos de riesgo valorados en balance a precios muy inflados.
Cuando el flujo de crédito internacional se acabó y cajas y bancos no pudieron seguir endeudándose, la burbuja inmobiliaria pinchó y la economía entró en recesión. Los precios de esos activos se desplomaron, quedando en los balances como elementos tóxicos que amenazaban la solvencia e impedían a la banca ejercer la función social que la justifica: suministrar crédito a empresas y familias.
En ese momento, como ocurre cuando los riñones de una persona dejan de funcionar como consecuencia de años de ingerir sustancias tóxicas, la terapia adecuada era practicar una diálisis bancaria; es decir, conectar los bancos intoxicados al sector público (nacionalización) para extraer los elementos tóxicos y sanear los bancos para que pudiesen seguir haciendo su función de suministro de crédito al cuerpo económico.

Pero esa diálisis es cara y hay que hacerla con recursos públicos, como hicieron EE UU o Reino Unido. Para ello había que explicar a los contribuyentes que convenía rescatar a los bancos, pero no a los banqueros, y que se iban a exigir responsabilidades de todo tipo a directivos, accionistas y acreedores, impidiendo sobresueldos, indemnizaciones, pensiones de escándalo y dividendos ficticios. Es decir, como hizo Suecia en 1992 en circunstancias similares, cuando practicó esa diálisis creando los llamados bancos malos, pero buscando legitimidad política para hacerlo.
Pero en España, al no querer exigir esas responsabilidades, primero el Gobierno de Rodríguez Zapatero y ahora el de Mariano Rajoy, buscaron las soluciones en amaños que acaban complicando las cosas. Eso es lo que ha ocurrido con las fracasadas fusiones de conveniencia, como si la biología y el sentido común no nos enseñase que la unión entre un infectado y uno sano no acaba con los dos infectados. O con la torpe gestión del caso de Bankia, una muestra clara de que esas amistades peligrosas continúan condicionando la solución a la crisis bancaria. Y con ella, la salida a la crisis y la vida de muchos ciudadanos.
Por desgracia, los efectos dañinos de esas amistades son aún más amplios. La dimisión forzada del gobernador del Banco de España es un ejemplo, con lo que significa de pérdida de reputación de una institución básica. Como lo fue antes la perdida de reputación de la Intervención General del Estado. O la pérdida de virtudes cívicas que provocará la amnistía fiscal a los ricos. O la amnistía penal concedida hace unas semanas a algunos banqueros. Estamos ante un quebranto de virtudes cívicas e instituciones que son esenciales para buen funcionamiento de la economía, la sociedad y la democracia. Virtudes e instituciones que una vez deterioradas será muy difícil reconstruir.
No sé de donde puede venir, pero necesitamos con urgencia una regeneración de la política que acabe con la cultura de irresponsabilidad de las élites financieras.

13 de maig del 2012

Com va començar tot plegat



La pel·lícula documental Inside Job ens va explicar, amb tota mena de detalls, com es va gestar la crisi a nivell occidental (que tendim a identificar, prenent la part per el tot, com a nivell mundial). Després s'en van fer versions ficcionades, com Margin Call, llibres i tota mena de divulgacions. Però sempre ens trobem, inevitablement, amb la barrera del context (el món de les finances anglosaxó) l'idioma (l'anglès) i, sobre tot, el maleït argot: bailout, credit default swaps, hedge funds, junk bonds, etcètera, son termes difícils de copsar per més que ens els tradueixin i ens els expliquin. A part, el fet cabdal, que no es pot oblidar, dels diferents nivells de la ubiqua crisi: hi ha una crisi global que va tindre l'epicentre a Wall Street, una crisi europea, molt en concret a la zona euro, i una crisi específica espanyola.

És per això que un document, viu i sonor, com el que divendres passat ens va oferir el programa d'en Manuel Fuentes (per qui m'afanyo a dir que no tinc cap simpatia, però lo cortés no quita lo valiente), a propòsit del cas Bankia, crec que té un gran valor pedagògic. I això per una raó molt senzilla: les dues persones que ens expliquen com es va gestar la crisi del totxo i les hipoteques subprime no son personatges exòtics de Wall Street, sinó el senyor Lluís Carrera, exdirector d'una oficina de Caixa Laietana i el senyor Gaietà Jové, extreballador de Caixa Tarragona, dues de les caixes que varen acabar formant part de Bankia. (el tercer personatge, un tal; Juan Iranzo, és perfectament oblidable i només provoca vergonya aliena). Els senyors Carrera i Jové no parlen el llenguatge sofisticat que solen exhibir les patums del món de l'economia; fins i tot deixen entreveure alguna dificultat d'expressió, lògica en qui no està familiaritzat amb els mitjans públics, però ho compensen amb escreix amb el coneixement pràctic d'anys d'ofici i amb la honestedat que demostren a l'hora de explicar les coses tal com les van viure i tal com les han viscut (les hem viscut) tots els que han tingut alguna responsabilitat a nivell intermedi en el món empresarial.

Cal tindre en compte que aquests només és un aspecte molt parcial de la crisi de les caixes: concretament el de la gestió de les hipoteques, que és del que poden donat testimoni aquest dos excàrrecs intermedis, i que tant podrien valdre per a les caixes esmentades com per a qualsevulles altres caixes, doncs el procediment va ser més o menys el mateix per a totes. Tot un altre cosa és la dimensió política i tot el que hi ha al darrera: corrupció, enriquiment personal, finançament de partits, aeroports sense avions, parcs temàtics, etcètera. Però això ja donaria per a moltes altres històries que podreu trobar abastament explicades arreu. No hi afegiré, doncs, res més. El document s'ho val per sí mateix.

Posdata: Com haureu pogut veure, aquest bloc, que ja de per sí sol anar amb poques presses, està gaire bé aturat. Ja fa uns deu dies que estic a l'hospital i no tinc ni gaires oportunitats ni, sobre tot, gaires ganes d'escriure. Poc o molt, no obstant, procuraré seguir donant (en el sentit més literal) senyals de vida.

21 d’abril del 2012

Crim i castic

Aquest apunt no fa referència al gran clàssic rus (les meves disculpes si algú ha entrat induït a error) sinó als conceptes del crim i el castic des del punt de vista social i pràctic.

Andreas B. Breivik
La reflexió que proposo ve arran d’una noticia que està aquests dies als diaris: un segon informe psiquiàtric, fet públic el dia 10 d'aquest mes, arriba a la conclusió que Andreas Behring Breivik, el judici al qual va començar el passat dia 16, estava en plena possessió de les seves facultats mentals i, per tant, pot ser penalment responsable dels seus actes i condemnat a presó. El novembre passat una comissió mèdica havia confirmat un diagnòstic psiquiàtric segons el qual Breivik patia esquizofrènia paranoide. En aquest cas, i d'acord amb la llei, podria ser ingressat en un manicomi però no en una presó. Els jutges, a la vista dels dos informes, i de tot el que s’aporti en el judici oral, hauran de decidir quina opció prenen.

Paradoxalment la condemna podria ser més dura (més segura, des del punt de vista de la protecció en vers la societat) si se’l considera malalt mental, doncs en aquests cas podria ser internat de per vida, mentre que la pena màxima de presó a Noruega és de 21 anys. Si més no això és el que ha transcendit de moment. La qüestió que els dos informes posen de manifest és quelcom que ja sabíem però que tendim a oblidar, i és que, contràriament al que van voler creure els positivistes de principis de segle XX, ni la criminologia ni la psicologia (ni moltes altres) son ciències objectivables en el sentit en que ho son les ciències físiques.

Del segle XVIII ençà els filòsofs del dret han discutit abastament sobre la raó de ser de la pena i s’han formulat un munt de teories, però bàsicament es poden reduir a dues tendències oposades: les retributives i les preventives (i entre mig totes les variants possibles). La teoria retributiva o absoluta, que va trobar en Kant un aferrissat defensor, es basa en que la pena és un fi en ella mateixa: el criminal ha de ser castigat amb una pena proporcional al dany causat. És la venjança de la societat sobre el criminal. A la mateixa època Cesare Beccaria, amb una visió oposada a la de Kant, va escriure De los delitos y las penas, que va constituir una veritable revolució i va assentar la base de les teories preventives o relatives. Aquestes atorguen a les penes la finalitat de prevenir futurs delictes. De fet els codis penals moderns europeus (continentals, per ser més precisos) intenten refondre els principis que inspiren les diverses teories per tal de aconseguir diverses finalitats: retribuir (en el sentit de castigar), exemplificar, reinserir i, en últim terme, protegir a la societat del criminal. Inevitablement, no obstant, la teoria retributiva o absoluta continua essent, malgrat tot, el tronc principal dels codis penals. La raó és senzilla: és la més objectivable; a cada delicte correspon una pena i el jutge s’ha de limitar a aplicar el codi amb els atenuants, agreujants o eximents corresponents.

Feta aquest digressió tornem al tema. I al fer-ho em sorgeixen diverses preguntes: Si la ciència psiquiàtrica no pot determinar amb precisió si un individu és responsable dels seus actes o pateix esquizofrènia paranoide (o qualsevol altre incapacitat), ¿pot la justícia dependre d’una ciència inexacte? I, si pugues, ¿podríem tancar un individu diagnosticat com a altament perillós, inclús abans de que cometés cap crim? ¿És realment transcendent la distinció entre criminal i desequilibrat? Si del que es tracta és de aïllar l'inadaptat social de la societat i, en tot cas intentar la seva reeducació, ¿té sentit la distinció entre presó i manicomi? Podríem seguir fent-nos preguntes i cada una ens en obriria a unes altres. No ho faré: només he apuntat el tema i ja m'he menjat l'espai que considero raonable per a un apunt. Citaré només una reflexió inquietant que vaig llegir una vegada en una interessant entrevista al biòleg Ginés Morata:

"El genetista Herbert Stern decía que no somos moralmente autónomos. Lo que pasa es que aunque algunos miembros de la sociedad lo comprendan, una sociedad donde nadie es moralmente responsable no sobreviviría. O sea, lo que él llamó fraude piadoso: a pesar de que no es justo que a alguien se le castigue por sus actos, la supervivencia de la sociedad obliga a ello."

10 d’abril del 2012

Jo confesso: a la recerca del mal

Estem altre cop a Bebenhausen. L'Adrià, que està fent el doctorat a la Universitat de Tübingen, ha rebut la visita del seu amic Bernat i l'ha portat a visitar el monestir.
   —Quina cosa mes bonica —va dir en Bernat, admirat.
   —M’agrada molt, el lloc. Hi he vingut sis o set vegades, primavera, estiu, tardor... Es relaxant.
   En Bernat va respirar, satisfet, i va dir com pots no creure veient la bellesa i la pau d'aquest claustre.
   —Els que vivien aquí adoraven un Déu venjatiu i rancuniós.
   —Una mica de respecte.
   —Ho dic mol dolgut, Bernat; no faig broma.
Si callaven, només se sentia el glaç fet a bocins pels seus trepigs. Cap ocell no tenia interès a congelar-se. En Bernat va respirar fondo i va treure un núvol espès com si fos una locomotora. L'Adrià va reprendre la conversa:
Monestir de Bebenhausen
—El Déu cristià es rancuniós i venjatiu. Si comets una falta i no te'n penedeixes, et castiga amb l’infern etern. Em sembla una reacció tan desproporcionada que amb aquest Déu no hi vull tractes.
   —Però...
   —Però què.
   —Doncs que és el Déu de l’amor.
   —Puja aquí dalt i balla: a rostir-te eternament per­què no has anat a missa o has robat al veí. No hi veig amor per enlloc.
   —En fas una visió parcial.
   —No et dic que no: no en sóc especialista. —Es va aturar en sec:— Hi ha coses que em corsequen mes.
   —Com ara què?
   —El mal.
   —Què?
   —El mal. Per que el permet el teu Déu? No evita el mal: es limita a castigar el malvat amb el foc etern. Per que no evita el mal? Tens una resposta?
   —No... Be... Déu respecta la llibertat humana,
   —Això t'ho fan creure els sacerdots astuts; per a ells també es inexplicable la deixadesa de funcions de Déu davant del mal.
(pag. 421, 422)

Deia a l'anterior apunt que el mal, la culpa, el penediment i l'expiació constitueixen un dels eixos en torn del qual giren les confessions de l'Adrià. El mal en sí mateix no té per què anar associat necessàriament als altres conceptes, que pertanyen més aviat al regne de la religió, però l'Adrià en el seu relat en manté quasi sempre la vinculació: el mal genera culpa, aquesta porta al penediment i aquest a l'expiació. L'excepció és quan parla del Mal absolut (en majúscula); llavors no li calen additaments. "Ja sé on és el Mal. Fins i tot el Mal absolut. —llegeix en una carta datada el 1941 que Drago Gradnik, antic company a la Pontifícia Universitat Gregoriana de Fèlix Ardèvol, pare de l'Adrià, adreçà a aquest— Es diu Himmler. Es diu Hitler. Es diu Pavelic. Es diu Luburić i el seu invent macabre de Jasenovac". I continua: "La guerra posa en relleu la part més bestial de la naturalesa humana. Però el Mal existeix abans de la guerra i no depèn de cap entelèquia sinó de les persones".

La qüestió de l'origen del mal obsessiona l'Adrià, però com més hi pensa més esmunyedissa se li fa. Quan se sent segur es diu no creient, però a estones és agnòstic, i fins això sembla trontollar quan es pregunta per què Déu (que hem quedat que no existeix) permet el mal. Donat que sobre la naturalesa del mal l'Adrià (i el propi Cabré) admeten la influència de Hannah Arendt, no estarà de més fer-ne una referència.

Arendt es coneguda, sobre tot més enllà dels cercles acadèmics, per la controvèrsia que va generar amb les cròniques del judici contra Eichmann, que posteriorment es van ampliar en forma de llibre, 'Eichmann a Jerusalem', i el concepte que va encunyar com a banalitat del mal. Segons el seu punt de vista Eichmann no era era conscientment culpable perquè, al marge de la seva intel·ligència o erudició, no tenia la capacitat de pensar entesa com a capacitat de distingir entre el bé i el mal. Es limitava a complir amb la llei i l'ordre establerts. Òbviament Arendt va tindre mols crítics, sobre tot entre els jueus. Sense anar més lluny el mateix Isaiah Berlin, que també té un lloc a la noveŀla, va dir: "Debo admitir que no respeto demasiado las ideas de la dama. Muchas personas notables admiraron su obra. Yo no puedo." I afegeix: "Yo no estoy dispuesto a tragarme esa idea suya de la banalidad del mal. Me parece falsa. Los nazis no eran «banales». Eichmann creía profundamente en lo que hacía."

Segurament, per mor d'aquesta incapacitat de pensar que atribuïa a moltes persones ("no hi ha un Eichmann en tots nosaltres, però hi ha un bon nombre de Eichmanns") Arendt lamentava la mor de Déu: "Estoy perfectamente convencida de que toda la catástrofe totalitaria no se habría dado si la gente siguiera creyendo en Dios o, mejor, en el infierno; es decir, si todavia existieran absolutos [ultimates]." (Ed. Paidós-1995). D'alguna manera Arendt reconeix que el vuit deixat per Déu no es pot omplir amb la raó: la metafísica és qüestionable, però pot ser extraordinàriament útil socialment. Aquest lligam entre Déu (o la seva mort) i el mal ens retorna a la noveŀla. Cap al final, un Adrià que està fent ja els últims moviment de la partida d'escacs contra la dama de la dalla, admet el seu fracàs com a pensador en el que ha estat l'afany de la seva vida: entendre la naturalesa del mal.     

"He perdut tot el gas. Em falten eines de filòsof per prosseguir l'itinerari. M'entesto en buscar el lloc on resideix el mal i sé que no és a l'interior d'una persona. A l'interior de moltes persones? El mal és fruït d'una voluntat humana perversa? O no: prové del Diable, que l'inocula a les persones que ell creu convenient (...)"
(pag. 954)
No està sol: Salvador Giner, un dels pensadors més reconeguts a casa nostra, que va ser alumne de Hannah Arendt i estudiós de la seva obra filosòfica, reconeix trobar-se en un atzucac semblant a l'hora de elaborar una noció teòrica y argumentativament viable del mal :
     La cuestión filosóficopolítica del mal es hoy una cuestión abierta (...) No estoy en condiciones para salir del atolladero teórico. Siento la desazón de quien invoca una necesidad intelectual a sabiendas de que no tiene la fórmula para satisfacerla convincentemente.
En primera lectura aquest reconeixement del desconcert de l'Adrià —i de retruc d'en Cabre perquè, si bé es tracta d'una noveŀla i no d'un assaig, és, em sembla, un dels moments en que el personatge es fa transparent a l'autor— a l'hora de donar-nos pistes sobre el mal ho vaig veure com un punt feble; com una certa inconsistència del personatge: entre el primer i l'ultim fragment citats representa que han passat més de trenta anys, i no ha estat capaç de elaborar res substantiu sobre allò que l'obsessiona. Després de repassar Arendt i Giner ho puc entendre millor: no ha anat més lluny perquè no hi havia gaire més lluny on anar.

El triomf de la mort (Pieter Brueghel el Vell)
  PS: Informació prou complerta sobre Hannah Arendt i sobre mols altres personatges i corrents filosòfics a l'excel·lent i didàctica web de Ramon Alcoberro, d'on he tret part del material.

  

5 d’abril del 2012

Jo confesso (Confiteor)

 “Fins ahir a la nit, caminant pels carrers molls de Vallcarca, no vaig comprendre que néixer en aquella família havia estat un error imperdonable. De sobte havia entès que sempre havia estat sol, que mai no havia pogut comptar amb els pares ni amb un Déu a qui encarregar la cerca de solucions..."
Sant Pere del Burgal (F. Carles ebrenc)
Així comença Jo confesso. L'Adrià Ardèvol, l'home que confessa, neix el 30 d'abril de 1946; Jaume Cabré, el seu creador, el mateix dia de 1947, i jo soc del maig del 45. No m'ha costat gaire, doncs, de seguir la cronologia dels quasi 60 anys que rememora l'Adrià en la seva confessió. Des dels tramvies baixant pel carrer del Bruc i pujant pel de Llúria, la nevada del 62 o la tètrica comissaria central de Via Laietana, fins un viatge oníric en la línia 5 del metro del Clínic a La Sagrera. Però l'Eixample és només el punt de partida i arribada de les innombrables expansions que fa aquesta història en l'espai i el temps. Del Vic de Torras i Bages al Vaticà de Benet XV, a l'època de la Gran Guerra; de la Girona de l'Inquisidor general de la Corona d'Aragó, Nicolau Eimeric, al monestir de Sant Pere del Burgal, al segle XIV; d'aquí als camps d'exterminació nazis, a la Eslovènia envaïda per les divisions de la Waffen-SS, a la ciutat de Tübingen als anys setanta o, en fi, a la Cremona dels Stradivari i els Storioni al XVIII, per citar-ne només uns quants. 

Segurament el que més haureu llegit o sentit comentar de la noveŀla, a més a més de la extensió i els anys que hi va esmerçar l'autor, és la diversitat de històries que hi nien i les tècniques narratives que Cabré hi utilitza: el canvi continu entre primera i tercera persona, l'estalvi gasiu de puntuació en el diàleg, els flashback (més que de flashback s'hauria de parlar d'un salt continu endavant, en darrera, i més en darrera i més endavant...), la imbricació entre personatges de diferents èpoques que es confonen en un mateix rol i moltes altres. Algunes d'aquestes tècniques m'han fet pensar en el llenguatge audiovisual; segurament no n'és aliè el fet de que Cabre és professor de Narrativa de l'Audiovisual. Alternar la tercera i la primera persona, per exemple, ve a ser com alternar la càmera objectiva i la subjectiva. La diferència és que en el món de la imatge et situes de forma instantània, mentre que en el llenguatge escrit trigues uns segons a copsar el nou context. I en certa manera aquest és el joc que proposa Cabré: convida al lector a seguir-el per els nous escenaris que es va inventant i els personatges que els habiten, mantenint un subtil equilibri: demanar un petit esforç al lector, que l'esperona a seguir la cursa, sense arribar a fatigar-el. A parer meu se'n surt absolutament. Fer-ho al llarg de mil pàgines, mantenint al mateix temps la tensió narrativa, i sense caure en l'auto-imitació no ha de ser gens fàcil: estic convençut de que aquestes tècniques Cabré les ha depurat a base de molt de treball i de que qualsevol que les vulgui imitar caurà fàcilment en la caricatura o el nyap. Una mostra:
Ego te absolvo a peccatis tuis, in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti, Obersturmbannfürer.
   —Amen —va respondre fra Nicolau mentre besava amb humilitat la creu de fil d'or de l'estola del venerable pare confessor, amb l'ànima benauradament alleujada pel sagrament de la confessió.
   —Els catòlics ho teniu molt bé, amb això de la confessió —va fer la Kornelia, al mig del clautre, amb els braços estesos, deixant-se banyar pel sol de primavera.
(pag. 395)
Aquest breu paràgraf superposa el camp de Auschwitz-Birkenau (1944), la Girona de la Santa Inquisició (1367) i el monestir de Bebenhausen (1975). No tota la noveŀla segueix aquest ritme, és clar, seria insuportable, però exemplifica lo dels canvis de pla i de temps.

I, quin és el fil conductor de la noveŀla, ens podem preguntar? No sabria donar una resposta unívoca. La més trillada deu ser la que diu que és la història de "un home i un violí", o la que diu que és "un gran fresc literari sobre l'agitada història d'Europa". La primera és ofensivament simplista; la segona senzillament falsa: no és una noveŀla històrica. Més encertats van els que diuen que l'eix en torn del qual gira la noveŀla és el mal, la culpa, el penediment, l'expiació. O la banalització del mal, per dir-ho en la expressió de Hannah Arendt, que també hi apareix. (Vull dedicar un segon apunt a aquest tema en concret). Però hi ha més elements que travessen el llibre de principi a fi: l'amistat insubornable, l'amor i el desamor, la soledat, l'afany de perfecció, l'art, i molt en concret la música, l'afany de posseir el tangible i l'intangible, Déu, la mort... Hi ha fins i tot un punt (només un puntet dels pocs que assenyalaria com una mica febles) de melodrama, quan les mares de l'Adrià i la Sara es conxorxen per allunyar l'un de l'altre, una mica a l'estil dels Capuleti i Montecchi. Potser també aquí a en Cabré li va sortir la vena de guionista de series televisives.

Al principi, la noveŀla se'ns apareix com un puzle de difícil resolució. Van apareixent nous escenaris i hom tem perdre el fil, però a mesura que els escenaris es van revisitant, i els personatges ens mostren les diferents facetes, les peces del puzle, com si flotessin entre dues aigües d'un líquid amniòtic i es sentissin atretes per forces d'afinitat, es van encaixant soles. Finalment el gran quadre queda composat.

El jardí de les delícies (El Bosch)
(Cap relació entre el Jardí de les delícies i la noveŀla, l'he triat només com a metàfora de composició múltiple).

Arribats al final i rememorat el Dramatis Personae (molt útil), hom sent la temptació de recomençar de bell nou, ara ja sense la impaciència de saber quin nou esquer ens prepara en Cabré, quina nova peça del puzle afegirà o quin recurs s'inventarà. Ans al contrari, per recórrer tranquil·lament un paisatge ja conegut i gaudir de cada racó i de cada nova perspectiva des de les giragonses del camí. Com aquests llocs que cada cop que hi tornem ens els estimem més. Oscar Wilde li fa dir a un personatge de "La decadència de la mentida" que un llibre que no es rellegeix no caldria haver-el llegit mai. Jo confesso és un llibre per rellegir.          

2 d’abril del 2012

Jo i la política (per a la Bet)

Aristòtil (Viquipèdia)
Sempre m'ha interessat, a voltes més, a voltes menys, la política. Quan érem en dictadura la idealitzava des de la distància, i quan va començar la transició vaig començar, també jo, una transició des de l'ideal al real. Res de particular: com milers i milers de espanyols que ens movíem entre la il·lusió i l'expectativa. Esperonat pels vents de canvi vaig voler participar-hi, i ho vaig fer, d'antuvi, a través de la Associació de Veïns del Clot i Camp de l'Arpa i poc després afiliant-me al PSC que havien fundat Joan Reventós i altres.

Va ser una experiència relativament breu, el temps necessari per veure de la vora què era un partit. El grupuscle (o agrupació, que ja no recordo com em dèiem) del barri s'havia format al voltant d'una colla una mica cumbaià (ara que no em senten) provinents de moviments de cristians de base progressistes. (Cal esmentar, ni que sigui de passada, el refugi que aquest sector de l'església va representar per als sectors progressistes durant la dictadura. Després cada cosa va tornar al seu lloc natural). Doncs bé, com deia, més que una cèl·lula política érem una colla d'amics que discutíem, teoritzàvem i, quan calia enganxàvem cartells o muntàvem actes de sensibilització ciutadana.

Amb la fusió amb el PSOE va arribar també, per a mi, l'encontre amb la realitat: jo no era un home de partit ni res que se li semblés. No perquè el PSOE em provoqués un especial rebuig, sinó perquè ells sí eren un partit "de veritat", i la disciplina de partit no estava feta per a mi. Amb tot, el partit socialista sempre, o quasi, ha estat la meva opció, tot i que ocasionalment l'he traït en benefici de l'antic PSUC o els seus successors. Més per rebequeria que per convenciment, perquè de vegades tampoc entenc certes extravagàncies dels ICV Verds o com es diguin ara.

Aquesta llarga introducció (que esgarrapava aquest matí sobre un tros de paper assegut en un banc del carrer Casanova mentre feia temps per una cita) ve a conte, o és per explicar, el perquè em sembla que seria molt negatiu, a mig plaç, que el partit socialista recuperés cotes significatives de poder si se li posen les coses de cara a Andalusia, Astúries i Extremadura. I m'ha vingut al cap quan llegia al diari (*) que al PSOE van a la grenya entre rubalcabistes i chaconistes. Un twitter de Elena Valenciano no podia ser més explícit: «Con la que está cayendo en el país, hay gente que solo concibe la política en términos de lucha interna». Si ho diuen ells mateixos, no cal que hi afegim res des de fora: "a confesión de parte, relevo de pruebas" diu un aforisme jurídic. Potser a algú li pot sonar estrany que, declarant-me proper al partit socialista, consideri negatiu el fet de que mantingui cotes de poder que li puguin estalviar una llarga travessa del desert amb catarsi inclosa. No serà el cas, segurament, dels que m'hagin llegit darrerament formular judicis molt crítics amb els partits polítics i m'hagin sentit repetir que no em dol la dreta, de la que no n'espero res més que desgràcies, sinó l'esquerra, que veig enfonsar-se més i més en el forat negre de la misèria del no discurs i la no acció.

Per un moment ens varem fer la il·lusió de que moviments com el del 15M podien ser el revulsiu que l'esquerra necessitava per adonar-se que havia perdut el contacte amb el món real. (En cap moment vaig pensar, ni penso, que aquests moviments puguin ser una alternativa —no és el seu paper— però sí que en podien ser el revulsiu). Debades. I és que de fet —m'ho he repetit mil vegades i mil vegades ho he oblidat— posar els interessos dels demés per sobre dels propis va en contra de la naturalesa humana. I l'interès dels partits —de tots— no son els ciutadans, sinó realimentar la estructura que els alimenta.

--------------------------
*) L'accés als continguts de El Periódico solen ser oberts l'endemà de la publicació. 

30 de març del 2012

Anatomia de la vaga

En la meva condició de jubilat podria haver observat la vaga amb un cert distanciament, però havia d'anar a l'hospital i això m'ha permès prendre-li el pols una mica més de la vora. Per anar m'he valgut dels serveis mínims del transport; per la tornada no em quedava més opció que el taxi (en circulaven) però em trobava bé i he decidit anar xino-xano tot gaudint d'un bon dia amb al·licients.

La primera impressió, pels voltants del Ninot era de poca incidència en el petit comerç, que és el que es pot copsar a simple vista. El tràfec molt inferior a l'habitual. A mesura que m'acosto al centre hi ha més botigues tancades o, en molts casos, amb una porta tancada i l'altre insinuada, signe evident de que s'ha tancat més per por que per convicció. A Gran Via/Passeig de Gràcia, des d'una furgoneta amb altaveus estridents, convencen als convençuts, deixen indiferent als indiferents i entretenen als badocs: "si veieu un taxi ocupat atureu-lo i feu baixar el passatge" diuen al moment que estic fent la foto. Quan avanço cap a la dreta de l'Eixample trobo que la proporció de comerços tancats o amb les persianes a mitges és superior a la de l'esquerra. Com que no crec que la composició sociològica sigui gaire diferent, més aviat ho atribueixo a fluctuacions del boca orella o la massa crítica: a la primera zona que he travessat hi ha més densitat de botigues. Finalment, quan arribo al meu barri (El Clot) el mercat està tancat i les botigues que l'envolten també.

Anava a titular l'apunt "Autòpsia de la vaga" però no ho he fet per no ferir els esperits sensibles. També perquè no seria veritat: la vaga no està morta, si més no en el seu concepte genèric, però té poc a veure amb el concepte amb que va néixer als temps de la revolució industrial. Després va anar evolucionant a mesura que avançaven els drets socials i l'Estat del benestar fins a esdevindre el que coneixem els nostres dies que, com deia, té poc a veure amb aquell concepte de lluita de classes. En aquells primers temps no hi havia cap mena de xarxa social, ni pública ni privada ni familiar; les condicions de treball eren el pacte de la fam; quan els treballadors arribaven al límit del que podien suportar es jugaven el tot pel tot, perquè tenien molt poc a perdre, i de vegades ho perdien. Altres, si reunien prou forces i capacitat de mobilització, arribaven a arrencar petites o grans victòries que poc a poc varen anar canviant les relacions de treball.

Però el que va començant essent una lluita de classes —el treball contra el capital— ha acabat esdevenint un eina a l'abast, en la majoria dels casos, dels treballadors que gaudeixen d'una situació més afermada i estable, quan no clarament de privilegi. La vaga, avui, no està pensada pels aturats, ni pels que mai han tingut la oportunitat de treballar, ni pels treballadors temporals, ni pels anomenats autònoms, ni pels irregulars, ni pels immigrants, ni pels marginats, ni... No, la vaga està només a l'abast del que alguna vegada s'ha denominat la "aristocràcia de la classe obrera": treballadors de grans empreses amb sindicats forts, empresses públiques, funcionaris, etcètera. Per no parlar de treballador amb un poder de coacció desproporcionat: jutges, pilots de aviació, controladors d'aeroports, maquinistes de tren, etc.

En aquest canvi de paradigma de la vaga hi va implícit un element nou: les vagues ja no és fan contra el capital, que n'ha esdevingut immune, ni contra la administració, que no deixa de ser una abstracció, sinó contra el ciutadà, que és pres a com a ostatge dels vaguistes, en tant que element més vulnerable. Això no passa ja només amb els que tenen la capacitat directe de paralitzar els serveis (pilots, conductors d'autobús, maquinistes) sinó de qualsevol col·lectiu: una vaga o una protesta només és efectiva si es tallen autopistes o avingudes i després surt al telediari. Finalment, ¿què està disposat a arriscar un treballador en una vaga moderna? Doncs poc, no ens enganyem: un dia de sou en el millor dels casos, i si pot jugar amb la picaresca de la "vaga de cel" l'absentisme o les vagues a hores convingudes, ni això. Us podeu imaginar per un moment els vaguistes de La Canadenca dient-li a la Barcelona Traction: mirin, senyors capitalistes, el mes que ve farem un dia de vaga. O, potser millor, pararem dues hores a dies alterns. I si ens fan enfadar gaire farem vaga el dilluns i dijous de cada setmana (com els pocavergonyes dels pilots de Ibèria) o prendrem la baixa perquè estem estressats (com els controladors). La cosa va anar un xic diferent: la vaga va durar un mes i mig i es va anar radicalitzant; 3000 obrers del ram van ser detinguts i tancats al Castell de Montjuig, i la vaga es va convertir en general. De resultes d'aquella vaga es va establir la jornada de 8 hores amb caràcter general.

No m'interpreteu malament, en tot això no hi vulgueu veure una pressa de posició respecte de la vaga d'avui. M'he limitat a fer veure que el concepte de vaga d'avui no té res a veure amb el concepte originari de vaga per més que servi el mateix nom. No sé com serà el dia de demà, no m'agrada fer prediccions i menys de futur. Estem en un moment de retrocés, però retrocés no vol dir tornar al lloc de partida; de la mateixa manera que hi ha moltes maneres d'anar endavant també n'hi moltes d'anar en darrera. La història dona voltes però mai torna a passar pel mateix lloc.

25 de març del 2012

Commemorant la Pepa: mistificar el passat per justificar el present

Constitució de 1812
Article directe i precís de Julián Casanova (catedràtic de història que ha contribuït amb el volum 8 "República y guerra civíl" a la Historia de España dirigida per Josep Fontana i Ramón Villares) avui 25/3/2012, a El País.
 El que diu ha estat a la vista de qualsevol que hagi seguit mínimament la fanfàrria que han organitzat els polítics a compte del 200 aniversari de la Constitució de 1812. Menys explicable i més decebedor ha estat que la majoria de mitjans de comunicació (començant pel propi El País) i els intel·lectuals i periodistes que habitualment hi col·laboren, amb notables però escasses excepcions, s'han sumat amb entusiasme a aquesta mistificació. Mistificació que comença per amagar que aquella constitució va ser flor d'un dia; que va ser abolida dos anys després per Ferran VII amb el recolzament explícit dels 69 diputats que varen firmar el "Manifest dels perses", i que la història real dels dos segles que varen vindre a continuació son, amb breus parèntesis, la història de la reacció absolutista.
El pasado hecho presente, aunque sólo en las partes que cumplen la función deseada. La Constitución de 1812 sería “un eslabón decisivo en el esfuerzo para la liberación de la Patria” (palabras del Rey) o “una de las mayores aportaciones a la cultura política universal” (Rajoy).
El principi de sobirania nacional, diu Casanova, representava el reconeixement de que el poder residia en la nació, és a dir, el conjunt dels ciutadans, limitant per tant la autoritat del rei, suprimint els privilegis i reconeixent els drets i les llibertats individuals.
En vez de subrayar esos valores, reprimidos después durante tanto tiempo, lo que han destacado los discursos oficiales es la “unidad nacional” y el “espíritu de concordia”, las motivaciones patrióticas, en suma, que mejor sirven al presente.
Manifest dels perses
Pese a lo bonita que puede resultar la celebración, no hay un hilo conductor que una aquel pasado de 1812 con el presente, como si la historia de España de los siglos XIX y XX hubiera sido una lucha continua del “pueblo” por mantener sus libertades. La historia dice más bien lo contrario: las constituciones del siglo XIX que más duraron fueron muy conservadoras y el siglo XX, hasta 1978, estuvo marcado por las dictaduras y la negación del constitucionalismo.
Un dels breus parèntesis en el predomini de les constitucions conservadores, quan no de la reacció pura i dura, va ser la Constitució republicana de 1931, però, tot i ser més propera en el temps (o potser precisament per això) i més democràtica i moderna que la de 2012:
Ninguna institución democrática actual ha querido o se ha atrevido a conmemorarla, celebrarla cuando cumple años (80 el pasado diciembre), y menos todavía reconocerla.
Insisteix en que aquestes interpretacions de la història "ampliamente difundidas por los medios de comunicación" falsegen i deformen la memòria popular, inventant en definitiva les tradicions. Cosa molt pròpia i definitòria, com han postulat historiadors com Eric Hobsbawm, dels nacionalismes.
Planteada de esa forma, la historia rescata tradiciones inventadas desde el presente y proporciona lecciones morales.
(...)
lo que debe siempre evitarse es buscar los hechos más convenientes para apoyar las ideas favoritas.
No situar los hechos en su contexto histórico apropiado conduce a perspectivas ahistóricas y a leer el pasado con los ojos del presente.
Acaba l'article sentenciant:
mientras tanto, las celebraciones oficiales siguen alimentando relatos míticos, simplificados, para consumo popular, a mayor gloria del poder.
En aquest apunt no hi ha gaire de collita pròpia, però tampoc calia: com deia al principi, Casanova és prou directe i precís com per que no hi calguin gaires aclariments.


  


19 de març del 2012

"Demostra que no ets un robot" i altres collonades

De aquí
L'altre dia, des de la butaca estant, iPod en mà, estava fent un repas als blocs del veïnat. Al anar a deixar un comentari en un d'ells em vaig trobar amb que el mecanisme anti-spam de Blogger s'ha sofisticat una mica més: ara demana no una, sinó dues paraules de identificació, que, a més a més, apareixen en caràcters més borrosos. Es veu que els robots també s'han sofisticat i ja eren capaços de reconèixer i introduir un mot simple. El que més em va tocar els nassos, però, va ser el requeriment comminatori: "demostra que no ets un robot". "Ves a la merda!", em venien ganes de contestar. Però, és clar, ¿quina culpa en té l'usufructuari (que no amo) del bloc, de que a can Blogger s'hi hagi instaŀlat el típic innovador agressiu? Total, sigui perquè amb l'iPod no veia bé les lletres, o pel què fos, al tercer intent ho vaig deixar córrer.

Admeto que certes precaucions no hi ha més remei que prendre-les, sobre tot en llocs molt concorreguts, com per exemple els mitjans de comunicació, però a nivell de catosfera de barriada, ¿voleu dir que n'hi ha per tant? Altres vegades et trobes amb que després de deixar el comentari et diuen que "està pendent de moderació", i quan hi tornes ja està "moderat" però l'apunt ha passat a millor vida; que les coses a Internet van molt de pressa.

Jo m'he trobat alguna vegada que s'ha m'ha colat un troll, però la solució és tant senzilla com esborrar-li el comentari a posteriori i afegir l'intrús a la llista de spam. Quan torna veu que no se li admet el comentari i santes pasqües. En fi, lo dit: collonades. Em venia de gust desfogar-me.

17 de març del 2012

Mayor Zaragoza: La urgencia del multilateralimo democrático

L'altre dia enllaçava un article de Javier Solana sobre la controvèrsia sobirania vs federalisme, amb el pensament del filòsof Jürgen Habermas sobre com hauria de constituir-se la Societat Mundial. No s'hauria de veure només com una abstracció filosòfica perquè és una qüestió que, encara que ens sembli llunyana i boirosa, ens està afectant en el dia a dia: la crisi actual no és una oscil·lació més dels cicles econòmics sinó la manifestació d'un canvi irreversible. Els països emergents —i darrera seguiran la resta— reclamen el seu lloc en el món; i com que el món és el que és i no dona més de sí, el que uns guanyin uns altres ho hauran de perdre. No cal ser gaire perspicaç per deduir que els que ens tocarà perdre-hi som els que fins ara hem viscut, per més que ens indignem i fem escarafalls, sobre les espatlles de la resta del món.

Davant d'aquest fet hi ha dues postures (n'hi ha moltes però cal simplificar): atrinxerar-se en les muralles de la sobirania nacional i resistir numantinament (per cert, això de que els numantins es varen immolar per no caure en mans dels romans és una trola com una casa) o admetre la nova realitat i buscar una sortida viable perquè, tot i que soni a tòpic, tots anem en el mateix vaixell. Aquesta sortida s'ha de basar sobre paràmetres més equitatius, no només per una qüestió de justicia, que també, sinó, com deia, per una qüestió de pragmatisme. Això és el que ve fent de fa anys Jürgen Habermas en els seus treballs acadèmics, i desenvolupant en els seus llibres, i això és el que fa Federico Mayor Zaragoza, en un article que publica El País aquest dissabte 17 de març. Arran de la situació a Siria, que extrapola a llocs com Somalia, Irán o Libia, Mayor Zaragoza exposa les condicions que haurien de reunir les NU per tal de poder desenvolupar accions de arbitratge amb un mínim d'eficàcia. Eficàcia ara mateix pràcticament nul·la per mor, entre d'altres coses, del mecanisme de veto. L'esquema que proposa està en la mateixa línia de l'Habermas: doble via de legitimació, ciutadana i estatal. A partir d'aquí recorda l'estructura que segons ell haurien de tindre unes NU més justes i funcionals, i fa un repas del que caldria canviar: des de les anquilosades conferències sectorials (G-8, G-20, etc) fins a les qüestions energètiques, mediambientals, de desequilibri, inoperància de la UE, etcètera.

 Hauria pogut fer un resum, com faig de vegades, intercalant cites textuals, però em sembla que l'article és tot ell prou interessant com per no trencar-ne el ritme i deixar-el llegir sencer. Sempre estarem a temps de afegir-hi comentaris, si algú creu que val la pena.

La urgencia del multilateralismo democràtico

Federico Mayor Zaragoza El País, 17/3/2012  Hay que refundar las instituciones de gobernanza global y evitar que en ellas haya derecho de veto 

   En este mismo periódico, el 29 de febrero, un editorial se titulaba así: Siria, sin solución. El régimen de El Asad acentúa la represión ante una comunidad internacional impotente. Ante la complejidad del conflicto —problemas intrarreligiosos incluidos— y la inoperancia de los "occidentales" la Liga Árabe y la ONU han designado al ex secretario general Kofi Annan como enviado especial a Siria. Pero la eficacia de esta excelente designación queda limitada por carecer de la indispensable unanimidad, ya que Rusia y China no confían en el potencial resultado de desbancar a El Asad en favor de un variopinto Ejército Libre.
   Sí, lo más inmediato es abordar eficazmente la cruenta situación siria. Sería necesario, como ya he indicado en algunas ocasiones, convocar una reunión extraordinaria y urgente de la Asamblea General de las Naciones Unidas para designar unánimemente a un representante como único interlocutor para detener, con la autoridad que le conferiría ser portavoz del mundo entero, la inmensa sangría y adoptar las medidas subsiguientes para la normalización de la situación, con un sistema de auténticas libertades públicas.
   Y lo mismo para cuestiones de similar naturaleza y emergencia, tales como Somalia, Irán, Libia…
   En la misma reunión extraordinaria se decidiría iniciar la "refundación" del sistema de las Naciones Unidas, basada en: I) una Asamblea General en la que el 50% serían representantes de los Estados pero el otro 50%, para cumplir con lo que establece la Carta en su inicio ("Nosotros, los pueblos…"), serían representantes de la sociedad civil, tanto instituciones como elegidos expresamente para ello; II) al Consejo de Seguridad actual se añadiría un Consejo de Seguridad socioeconómico y un Consejo de Seguridad Medioambiental.
   En todos los casos, el voto sería ponderado pero no existiría el veto, que actualmente impide el funcionamiento democrático de la gran Organización multilateral.
   A las instituciones anteriores se añadiría una Corte Internacional de Justicia con unas nuevas normas y pautas de comportamiento, de tal manera que los actuales tribunales de ámbito mundial quedaran incorporados y con un funcionamiento suficientemente ágil y eficaz.
   De forma similar, todas las instituciones multilaterales eliminarían —como la unanimidad en el caso de la Unión Europea— las prácticas antidemocráticas.
   El multilateralismo es especialmente apremiante, porque la globalización ha favorecido exclusivamente al 20% de la humanidad, a los que vivimos en el barrio próspero de la aldea global. El 80% restante, en un gradiente progresivo de precariedades, vive en condiciones tan desfavorables que —no me canso de repetirlo, porque constituye un auténtico problema de conciencia— más de 60.000 personas mueren diariamente de hambre, en un genocidio de desamparo y olvido. El G-6, G-7, G-8, … los grupos plutocráticos que el neoliberalismo puso en práctica en los años 80, al tiempo que marginaba al sistema de Naciones Unidas, han resultado, como era de esperar, un fracaso cuyo impacto todavía desconocemos en su totalidad.
   En 1998, se inició el G-20 para hacer frente a la crisis asiática, reduciéndose a un foro de ministros de economía. Reformado, aparece de la mano del presidente George Bush en noviembre de 2008, ya elegido el Presidente Barack Obama, para remediar el naufragio de grandes instituciones financieras de los Estados Unidos. Lo que ha quedado claro desde entonces es que el G-20 carece no solo de representatividad —únicamente agrupa a países ricos— sino que ha resultado completamente incompetente en la regulación de las finanzas y en la eliminación de los paraísos fiscales, ambas acciones prometidas solemnemente cuando se solicitaban colosales cifras de rescate para los bancos en zozobra. El FMI, el Foro de Estabilidad Financiera, el Comité de Seguridad Bancaria de Basilea… rinden cuentas al G-20, según se decidió en la Cumbre de Pittsburgh. Carente de un secretariado permanente y de las estructuras necesarias y sometido, de hecho, al servicio de los países más poderosos, el G-20 no ha podido superar con éxito los grandes desafíos que enfrentaba.
   La coordinación económica global debe llevarse a cabo, en consecuencia, por entidades de ámbito planetario que dependerían del Consejo de Seguridad Socioeconómico arriba indicado.
   En cuanto al tema de seguridad, todo el mundo está de acuerdo en que es necesario ampliar sin ulterior demora el concepto de seguridad, actualmente limitado siempre a los términos de defensa y capacidad militar. Se trata de la seguridad social, que incluye la seguridad energética, la seguridad climática, la seguridad ante catástrofes naturales o provocadas y, desde luego, también la seguridad territorial. Es inmoral ver cómo se venden los últimos adelantos bélicos a países que se hallan en una auténtica situación de quiebra socioeconómica o que viven por debajo del umbral de la pobreza. Invertir 4.000 millones de dólares al día en gastos militares y armamento es realmente una auténtica provocación a la que, por desgracia, nos hemos acostumbrado.
   También me he referido a un Consejo de Seguridad del Medioambiente porque constituye una total falta de responsabilidad intergeneracional olvidarnos de los grandes deberes que tenemos que cumplir para que nuestro legado a quienes llegan a un paso de nosotros no perjudique la habitabilidad del planeta. Con rigor científico, debe ahora reclamarse, al cumplirse veinte años de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, una atención especial a la salubridad del planeta. Si no fuera así, creo que debería de ser motivo de una movilización formidable, tanto presencial como virtual, de todos los jóvenes del mundo reclamando que se atienda lo que es crucial para el futuro de la humanidad.
   Se cambiaron los principios democráticos por las leyes del mercado y ahora son los mercados los que, rescatados, acosan a los "rescatadores empobrecidos". En el caso de Europa, se está llegando a situaciones límite ya que es el gran dominio el que nombra a los gobiernos sin comicios electorales. Para más inri, en Grecia e Italia, países cuna y símbolo del sistema democrático. Entre los mercados y sus agencias de calificación vamos de capa caída.
   "Europa vive el peligro de un retroceso democrático", ha declarado Viviane Reding, comisaria europea de Justicia, a principios de este mes de marzo. Europa sigue empeñada en tratar los síntomas y no la enfermedad, aplicando solo medidas de austeridad y reducción de la deuda en plazos intocables, con gastos de defensa enormes y un sistema de alianza con los Estados Unidos (OTAN) que debería haberse revisado y actualizado hace ya tiempo, coincidiendo con la desaparición del Pacto de Varsovia.
   En anteriores escritos he destacado que, frente a la incapacidad de la Unión Europea para federarse fiscalmente (emitir euros para incentivos en la creación de empleo, como eurobonos o euroavales), Obama, en pocos meses, ha conseguido, sin un solo voto republicano a favor, por cierto, la atención médica a más de 30 millones de estadounidenses; ha dado pasos muy importantes en el desarme nuclear y, lo que debe subrayarse, ha ordenado al Pentágono iniciar la reducción de un tercio de gastos militares y de armamento, habiendo emitido para la movilización de la pequeña y mediana empresa, sobre todo, y para grandes inversiones públicas, unos 300.000 millones de dólares.
   Y es que ¿puede imaginarse algo menos democrático e ineficaz que tener que adoptar, en la Unión Europea, las decisiones por unanimidad? Por otra parte, en el Europarlamento algunos de sus miembros han sido elegidos en países en los cuales la participación fue menor del 20%. Está claro que deberá requerirse, en lo sucesivo, cuanto menos, una participación del 51%.
   La democracia ya no se reducirá a la votación en elecciones cada tres, cuatro, cinco años. La revolución informática, con la participación no presencial que procura, permitirá una inflexión histórica. La movilización popular pacífica, con más propuestas que protestas, permitirá enderezar muchas tendencias presentes.
Está claro que la situación actual requiere una rápida clarificación conceptual y estructural. Sería ahora oportuno proclamar una Declaración Universal de la Democracia, único contexto en el que podrían ponerse plenamente en práctica los Derechos Humanos
   Solo de esta manera podrán realizarse las grandes transiciones pendientes: de una economía de especulación, deslocalización y guerra a una economía de desarrollo global sostenible. De una cultura de imposición, dominio y violencia, a una cultura de encuentro, diálogo, conciliación, alianza y paz.

13 de març del 2012

La Reforma Escolar, Gregorio Luri, Rosa Canadell i altres herbes verinoses

Gregorio Luri
Obro El Periódico (dimarts 13/3/2012) i em topo, per segon dia consecutiu (no és freqüent), amb el mateix tema del dia: "La reforma escolar". Ja el dia anterior havia dedicat les 3 primeres pàgines interiors a aquest tema, inclòs un article de Gregorio Luri, amb un anàlisi que em va semblar bastant encertat: girava en torn a el que ell en diu IVA docent: "valor afegit d'un professor sobre un alumne o, dit d'un altre manera, en l'avaluació de la diferència entre el progrés previst d'un alumne i la seva situació a final de curs". En síntesi, el que ve a dir en Luri és que la avaluació del progrés dels alumnes porta indefectiblement a la avaluació dels professors, que son els qui en última instància en tenen la responsabilitat. I aquí, és clar, comença la controvèrsia. Avaluar (a qui o a el què sigui) implica un model i un mètode de avaluació, i cadascú —sobre tot entre els que s'hi senten directament implicats— té els seus criteris i les seves susceptibilitats. Luri, donant per acceptat que cal aquesta avaluació perquè les polítiques educatives han tingut resultats més aviat mediocres, ho planteja en forma de disjuntiva:
Com veiem, tard o d'hora estem abocats a la avaluació del mestre. I és aquí on entre en joc la capacitat de decidir: l'inspector educatiu o el director del centre, segons el model.
Disjuntiva que resolt, segons el seu criteri, a favor de la segona alternativa: un director del centre capaç de marcar-se objectius clars i entusiastes. Imposa, però, que l'autonomia del director i del centre només serà creïble si té com a contrapartida la llibertat de elecció del centre per part dels pares.

Amb la primera part de l'anàlisi no hi puc estar més d'acord: els resultats del sistema educatiu son mediocres en relació als mitjans que s'hi han abocat i malgrat la demagògia autocomplaent dels polítics que no es cansen de repetir que tenim "la generació més ben formada de la història". Respecte de la opció de Luri sobre la elecció del centre en tinc més dubtes: a la pràctica la elecció del centre acaba afavorint inevitablement als qui tenen més recursos. Però en conjunt, com deia, el seu anàlisi em va semblar interessant.

Rosa Canadell
Amb la Rosa Canadell, que és una de les expertes consultades pel diari a mode de panell de opinió, ja hi tinc més problemes. No puc amagar (perquè igualment s'acabaria traslluint) que li tinc una mica de mania. I, el que és pitjor per a mi, aquesta mania no la puc sustentar en dades objectives perquè no li conec el pensament, ni l'hi he llegit mai cap treball ni he assistit mai a cap conferència d'aquesta senyora. ¿En què es basa doncs la meva mania? En dos trets de la seva personalitat que li veig cada vegada que apareix en un programa de la tele o a la capçalera d'una manifestació; dos trets que em produeixen un especial rebuig: corporativisme i dogmatisme. La seva cita a El Periódico és breu però contundent:
 «Tornem als temps del franquisme»
«La direcció professional és un retrocés. Tornem als temps del franquisme en que ja va existir un cos de directors. La formació no competeix als directors, sinó a la Conselleria de Ensenyament. L'alumne millora amb més recursos»
 L'última frase és significativa: "l'alumne millora amb més recursos". ¿Qui pot negar-ho? És clar que disposar de més recursos ajuda a millorar les coses, però descarregar-se de la responsabilitat que la comunitat educativa té en el fracàs de l'ensenyament a Espanya (i a Catalunya) atribuint-ho tot a una manca de recursos és la mostra més patent dels trets que ja he dit no li suporto: corporativisme i dogmatisme. Jo, per raons biològiques indefugibles, vaig ser escolaritzat a l'escola franquista. La "elecció del centre" dels meus pares va quedar constreta a un pis de l'Eixample reconvertit en acadèmia (els Maristes, els Escolapis o els Jesuïtes no formaven part de les opcions assequibles, per no parlar d'escoles d'elit laiques) on els recursos es reduïen a la pissarra, el guix, els tinters i un canti que omplíem, per torns, a la font de Bruc/Gran Via. Vaig aprendre la llista dels Reyes Godos i tots els tòpics que s'hi associant; en el programa teníem maries com la "Formación del espíritu nacional", la Religió Catòlica o una Gimnàstica impossible per la simple raó de que no teníem pati. Però hi havia un director i propietari del centre (de fet una família de mestres) amb vocació i entrega absoluta a la tasca de ensenyar. I també hi havien mestres contracts, és clar, als quals s'exigia un rendiment en la seva feina, com en qualsevol feina. (Em ve a la memòria un bon senyor que ens donava llatí i llengua i literatura, per el qual "passar més gana que un mestre d'escola" era quelcom més que una frase de reminiscències remotes).

Un jutjat qualsevol
Cada cop que sento lo de la falta de recursos com a excusa de vergonyes inconfessables em venen al cap les imatges que sovint es veuen a la tele a propòsit dels jutjats col·lapsats. Aquestes piles de expedients (o legajos o com caram és diguin) que dona la impressió de que qualsevol que passi, sense voler, els farà caure i escampar pel terra amb la conseqüència de que mai més es podrà reconstruir el procés, son la viva imatge, no d'una falta de recursos, sinó d'una falta de vergonya professional. Que en el sistema judicial o l'educatiu, tant s'hi fa pel cas, sigui més important el dret a demanar un trasllat de destí, o una excedència o una comissió de servei, que el dret del ciutadà a rebre justícia en un plaç raonable o una educació mínimament garantida per la continuïtat de l'equip de mestres, és quelcom més que falta de recursos, és el símptoma d'un Estat corromput per la indigència moral dels mandarinats funcionarials.

No em vull estar (dir que no puc tampoc seria veritat) de copiar un comentari que vaig deixar al bloc La Lamentable al peu d'un article que tocava el tema de forma marginal. Deia l'autor, entre d'altres coses, que "Algunos de quienes nos dedicamos a la docencia desde hace años sabemos lo difícil que resulta atenuar el tremendo trastazo que los estudiantes habrán de sufrir cuando les toque abandonar su burbuja pedagógica y familiar y deban concurrir a la realidad" . El meu comentari va ser:
Puedo estar de acuerdo en el fondo del discurso pero, bajando a lo concreto: ¿quienes se dedican “a la docencia desde hace años” no tienen ninguna responsabilidad en el hecho de mantener a sus alumnos en una “burbuja pedagógica”, que les va a estallar en la cara en cuanto salgan del aula? ¿Hasta cuando la escuela se creerá en posesión de una superioridad moral que le permite ir por libre y al margen de esa sociedad habitada por Harrys sucios?

12 de març del 2012

La sobirania, Javier Solana i Jürgen Habermas

El dissabte, dia 10, Javier Solana, un dels pocs polítics que tenim amb nivell internacional, va publicar a El País un article interessant sobre les relacions entre la Unió Europea i els seus estats membres: La soberanía en el ojo del huracán. Tot i que en l'article Solana es refereix explícitament a Grècia, arran de la operació de rescat aprovada per la UE per a aquest país, el cop d'efecte que just una setmana abans havia donat Rajoy, al esgrimir la sobirania espanyola com a argument suficient per elevar l'objectiu del dèficit per sobre del que l'hi exigia la UE (5,8% en lloc del 4,4%), situa la qüestió no ja en l'àmbit grec o espanyol, sinó en el del conjunt dels països dits perifèrics de la Unió. Hi ha divisió de opinions sobre si lo de Rajoy va ser un plante o estava més o menys pactat amb el nucli dur de la UE, però en el que quasi bé tothom està d'acord, inclosa la oposició del PSOE, és en que la postura és justificada perquè els objectius eren gaire bé impossible de complir. I com més ens escanyin menys possibilitats hi haurà de que els complim. Però tornem a l'article de Solana: el que ens ve a dir és que la idea de sobirania de l'Estat-nació, que es remunta al segle XVII, ja no s'aguanta en un món interdependent i molt menys en una Europa en procés de integració, i que qualsevol acord internacional suposa una cessió de sobirania. Més encara, en el moment en que un país s'endeuta cedeix sobirania per definició: ningú és amo de sí mateix si té el cul llogat. Però hi quelcom més, i aquesta és la part que m'interessa de la qüestió: en un procés de integració com el que té endegada la UE, ¿cedir sobirania s'ha de veure amb connotacions negatives? A mi em sembla que no, i a Solana, tot i que es pronuncia amb prudència, em sembla que tampoc l'hi ho sembla:         
A tenor del importante rescate de Grecia ha seguido un clamor denunciando la injerencia en la soberanía nacional del país heleno. Es cierto que a cambio de la importante ayuda europea, Grecia verá limitada su capacidad absoluta de maniobra, pero no creo que las denuncias sean justas. [...] a mi entender, un excesivo énfasis en la soberanía nacional conlleva graves problemas.  
[...]
Todo depende de la concepción que tengamos de la soberanía. Dependiendo de dónde pongamos el énfasis y del grado de amplitud de nuestro enfoque, primaremos una dimensión “global o federal” o una “nacional” . La Unión Europea se encontraría a medio camino.
La construcció europea no pot ser quelcom que quedi exclusivament ens mans dels Estats sobirans i els seus interessos contraposats, perquè per aquest camí no només no anirem gaire lluny, sinó que, com malauradament s'ha posat de manifest arran de la crisi en que estem immersos, correm el perill de perdre-hi bous i esquelles. Les raons polítiques d'aquest dèficit en la integració europea estan en l'ànim de tothom: els partits que competeixen pels vots de l'electorat ho fan en clau nacional, les campanyes electorals, encara que siguin al Parlament Europeu, es fan sota l'òptica de cost/benefici dels estats respectius, quedant les ideologies polítiques en molt darrer terme. Els polítics no només no dissimulen, sinó que fan ostentació obscena de que a Europa s'hi va, no a construir una Unió mútua, sinó a veure què s'en pot treure de profit. Des de aquests pressupostos no és gens estrany que la fe europeista de la ciutadania pugi o baixi en funció dels rèdits que, des de un punt de vista merament egoista, s'esperin obtindre:
Paradójicamente, cuando estalló la crisis, la UE fue criticada por su falta de integración. Ahora que se quiere avanzar hacia ello, se le acusa de ir en contra de la soberanía nacional.
La ciudadanía tiene que tener la sensación de que las instituciones están dotadas de los mecanismos necesarias para hacerlos inclusivos en el proceso de decisión. Y ello implica una unión basada en normas y no, peligrosamente, en la relación de fuerzas.
I és justament en aquest punt, quan Solana parla de que calen "mecanismes inclusius en el procés de decisió", on cal introduir el pensament d'un dels filòsofs vius més prestigiosos de l'Europa actual: l'alemany  Jürgen Habermas. Home d'una capacitat de treball i d'abstracció fora de mida, Habermas no només és una autoritat en el món acadèmic sinó que quan cal —i es diria que li cal sovint— baixa a l'arena de la confrontació política i fins i tot, als seus 82 anys, és capaç de indignar-se davant la ineptitud dels polítics i el cinisme dels mercats.

Molt breument (perquè és impossible en aquest espai ni tant sols intentar una síntesi), i pel que fa a la construcció d'una societat supranacional (europea, o d'àmbit superior) el que proposa Habermas és una doble via de legitimació: ciutadana i estatal. És a dir, que la constitucionalització d'una tal societat hauria de recollir el debat i la voluntat finalment expressada dels ciutadans en tan que individus, però també en tan membres d'Estats prèviament constituïts. Podem imaginar-ho com un sistema bicameral: una Assemblea escollida pels ciutadans directament i un Senat on hi son representats els Estats. Fixeu-vos que la idea ingènua noucentista del "ciutadà del món" ni tant sols hi està contemplada: Habermas és conscient de que no partim d'un estat de naturalesa rousseaunià, sinó d'uns Estats  reals i preexistents, amb diversitats de interessos i cultures que cal harmonitzar.
Cualquier construcción conceptual de una juridificación de la política mundial tiene que partir, hoy en día, de indivíduos y Estados como las dos categorías de sujetos otorgadores de la Constitución Mundial. Como miembros fundadores, los Estados constitucionales legítimos (como nosotros queremos suponer) entran en juego ya en atención a su función actual de garantizar formas de vida política autodetreminadas por sus propios ciudadanos.    
Conscient també de que inclús aquest esquema és insuficient a una escala superior (una Societat de Mundial de Nacions, posem per cas) postula la necessitat de organitzacions de varis nivells. Per exemple, un primer nivell seria el constituït a base dels Länder (si prenem Alemanya com exemple), un segon l'Estat (la pròpia Alemanya) i un tercer el que anomena global players, que serien les superpotències mundials (EUA, UE, Russia, China, Índia, el món àrab, Indonèsia, etcètera). En qüestions d'abast mundial (seguretat, recursos planetaris, disciplina...) aquests global players haurien de jugar el rol d'àrbitres. Serien els constituents d'una mena de Consell de Seguretat de l'actual ONU però, òbviament, amb unes altres regles del joc. ¿Utòpic? No necessàriament. I no perquè tingui una particular fe en l'especie humana, que no la tinc en absolut, sinó per què la necessitat ens hi obligarà: fins ara les regles de joc l'has ha dictat Occident, però aquestes regles tenen data de caducitat. De grat o per força haurem d'entendre'ns amb la resta del món, i no ens ho posaran fàcil. Val més que ens hi apliquem amb bona predisposició.

--------------
PS: Edito el post per afegir que el text de Habermas està extret del llibre: "¡Ay, Europa! Pequeños escritos políticos XI" J. Habermas, (Ed. Trotta - 2009). També es poden trobar assaig en la mateixa línia a "La inclusión del otro" J. Habermas (Ed. Paidós-2002)    

27 de febrer del 2012

En castellà també, sisplau

Reciclat, però encara val
Article de Eduard Voltes al diari Ara del diumenge 26, que m'ha semblat particularment lúcid. Si no esteu registrats (accés gratuït limitat) no hi podreu accedir, però en reproduiré d'amagatotis alguns paràgrafs per què us en feu una idea cabal:
  «¿Vostè donaria suport a un polític que no parlés mai en la seva llengua? ¿S'apuntaria a un projecte que emetés senyals de no estimar les coses que vostè estima, o fins i tot, de menysprear les coses que vostè estima?
[...]
Molts independentistes pensen que la clau per guanyar-se la voluntat dels catalans de parla castellana és el discurs econòmic, la denúncia de l'espoli fiscal, la promesa d'una independència sinònim de benestar. No dic que vagin errats, ni de bon tros, però crec que es queden a mitges. Perquè la gent no només té butxaca, la gent també té sentiments. (...) Molts catalans ens sentim profundament incòmodes a l'estat espanyol perquè ens demostra cada dia que el molesta que siguem com som. Ells voldrien que fóssim com ells, som una molèstia, una anomalia. I ho notem: no estimen el que nosaltres estimem, tenen al·lèrgia a la diversitat interna. És per això que, fins i tot si es resolgués el dèficit fiscal, igualment ens en voldríem anar.

  Per la mateixa regla de tres, el futur estat català no es pot construir sobre la base de l'al·lèrgia a la diversitat interna, sinó de la seva plena assumpció, perquè en cas contrari esdevindrà inviable. El que proposo és neutralitzar aquest risc des d'ara mateix, fer un pas endavant i assumir el castellà com una cosa pròpia. [èmfasi meu]
[...]
Crec sincerament que ens cal un canvi sincer d'actitud, perquè el castellà no és només la llengua pròpia i estimada d'almenys la meitat dels nostres compatriotes, sinó que a més és un actiu econòmic brutal que s'ha de mimar o prendrem mal. En el procés cap a l'estat, hem d'assumir sense complexos i no cansar-nos d'explicar que la Catalunya independent continuarà sent com a mínim bilingüe, que el nostre serà un espai rigorosament garantista dels drets lingüístics de tots els ciutadans, que el castellà continuarà sent oficial i que Barcelona continuarà competint per ser cada vegada més influent en el món hispà. I que tot això és i serà perfectament compatible amb noves conquestes per a la llengua catalana, beneficiària directa i evident del canvi de titular de la sobirania.

Sí, es tracta d'un canvi de paradigma radical per al catalanisme lingüístic de tota la vida. És passar del bilingüisme com a amenaça al bilingüisme com a valor identificatiu del projecte de país. Tota la vida li hem dit al món que som diferents perquè allà parlen castellà i aquí parlem català. Doncs bé, potser en realitat l'autèntica diferència és que allà parlen només una llengua, i aquí... aquí en parlem dues.»
És possible que el punt de vista ens sobti per inusual; i és més que possible que, tot i que hi poguéssim estar parcialment d'acord, ens semblés ingenu o idealista. Però més enllà de la hipotètica possibilitat d'un estat català propi, i de la nebulosa forma en que aquests estat pogués configurar-se, el que em sembla important de la proposta és que planteja un canvi de paradigma respecte del que, explícita o implícitament, s'assumeixen en els projectes d'una Catalunya realment autònoma (independent, estat associat, confederal, etcètera), que, em temo, descansen en una concepció vuitcentista: un poble, un estat, una llengua. Això avui en dia és, a més a més de profundament reaccionari, absolutament utòpic. I pensar que en un estat català, els de parla catalana passaríem de oprimits a opressors, no és que sigui utòpic, és que és de necis.      

16 de febrer del 2012

¿I per què no a Màlaga, posem per cas?

Las Vegas sota l'atac marcià
Em refereixo al projecte de megacomplex de joc i oci anomenat Eurovegas. No cal que m'estengui en detalls perquè tothom ja sap de que va: la multinacional del joc Las Vegas Sands Corp. (¿recordeu "La cuadrilla de los once"?), amb grans complexes turistico-lúdics a Las Vegas, Macao i Singapur, ha mostrat interès per muntar-ne un de similar a Europa, i d'entrada ha llençat l'am a Madrid i Barcelona. S'han manifestat opinions per a tots els gustos, però sembla que aquestes son tant més favorables al projecte com més propers son els que les formulen a les institucions de govern o al sector de l'oci i l'hoteleria. Els arguments son els de sempre (la creació de ocupació, les "sinergies",  etcètera) i, és clar, en aquests cas s'hi afegeix la omnipresent crisi: hay que haser de tripas corasón i agafar-se a un clau roent si es pot atrapar un bon grapat d'euros (€).

No entraré en els pros i els contres d'un tal projecte, ni en motius d'ordre ètic, estètic o social. Tinc una opinió al respecte (vegis l'anterior apunt) però que als efectes d'aquest apunt no venen al cas. L'enfoc que li vull donar és un altre. D'acord, suposem que hem arribat a la conclusió de que una inversió d'aquesta naturalesa i d'aquesta magnitud, tot comptat i debatut, podria ser molt beneficiosa per a l'economia del país (en aquest cas el "país", ja em sabreu disculpar, és Espanya). La qüestió que em plantejo és: ¿perquè Madrid o Barcelona en lloc de Màlaga, Alacant o Cadis, posem per cas? La resposta immediata de qui vulgui fugir d'estudi serà: perquè qui paga mana, i en aquest cas qui paga vol Madrid o Barcelona. És possible, però Espanya és, o té pretensions de ser, quelcom més que una república bananera. És a dir, per molts diners que hi posi el tal Andelson — i em sembla que, tot plegat no n'hi posa tants, apart de la marca i el know-how— el projecte ha de ser interessant per a les dues parts, i si no, aire, que vol dir vent.

Doncs bé, admès que el projecte fos interessar, l'última opció hauria de ser les dues grans ciutats esmentades. ¿Per què? Doncs perquè si es tracta de equilibrar el territori i promoure el desenvolupament de les regions més deprimides —argument amb el qual s'han omplert la boca dretes i esquerres des de sempre— en lloc de augmentar la concentració d'activitat en àrees saturades com Madrid i Barcelona, que tenen els seus propis models de teixit i creixement econòmic, el que caldria és potenciar regions, com Andalusia, per exemple, que no tenen cap sector econòmic de base amb una potència proporcional a la seva dimensió, i que son una rèmora per a la resta de l'Estat, que ja prou ranqueja. I sí tenen, en contrapartida, en particular a la costa, una industria turística que es podria veure potenciada i complementada amb un projecte d'aquest tipus. Només caldria escollir un lloc capaç de rebre creuers per mar, amb bons equipaments, atractius turístics complementaris a poca distància (Sevilla, Córdoba, Granada, Sierra Nevada...) i ben comunicat per terra i aire.

És cert que avui en dia la massa crítica és imprescindible per endegar projectes i per ésser competitiu a nivell mundial, però aquesta massa crítica no s'aconsegueix ajuntant de forma heterogènia qualsevol mena d'activitat econòmica; la massa crítica, per tal de crear sinergies, ha de obeir a una estratègia global i sumar les seves forces en una determinada direcció, no de forma anàrquica. Madrid, com a capital política i administrativa, ha generat, per efecte imant i també per raons polítiques, un potent sector de de serveis i també industrial. Barcelona intenta mantindre el que queda de la seva vella economia industrial (ara parlo a nivell d'àrees de influència) mentre mira de treure rendiment a la seva nova faceta de ciutat turistico-cultural. El que li cal, com deia el professor Antón Costas, no son casinos sinó fàbriques. Augmentar la massa crítica passa per la simbiosi Industria-Universitat, per crear pols de recerca, i per mimar i potenciar, i no deixar llanguir, la industria que encara li queda.

10 de febrer del 2012

És la industria, estúpids!

La Maquinista de la Barceloneta (Wiki)
Per a mi, que sempre havia treballat a la industria, veure com en els darrers 30 anys la industria a Catalunya, i molt en concret a Barcelona, ha anat minvant i retrocedint, ha esdevingut un motiu a voltes de tristesa, a voltes d'angoixa, quan no d'ambdues coses. Des de la perspectiva de (relativament novell) jubilat, i vist com han anat les coses, només puc atribuir a una bona dosi de sort el fet d'haver aconseguit mantenir-me treballant dins del nucli urbà al llarg de cinquanta anys, sense haver de canviar de ofici, mentre les fàbriques i els tallers anaven desapareixen al meu voltant a ulls vista. La imatge més semblant que se'm acut és la d'un esquirol que, havent nascut en un espès bosc de pins, li haguessin anat desforestant tot el bosc i, miraculosament, hagués aconseguit acabar els seus dies en l'últim pi supervivent. (Potser perquè, casualment, estava just on el projecte urbanístic havia previst una rotonda).

 Sempre he pensat —potser des de la meva pobre perspectiva— que això que s'anomena genèricament "sector serveis", denominació sota la que tant s'hi aixopluguen cambrers, dependents de comerç o conductors d'autobús com dissenyadors de software, no podia donar per tant com per mantindre un país. (No parlem ja de la bombolla del totxo). Alguna cosa em deia que sense el que abans se'n deia (no sé si encara) sector primari —mineria, pesca, agricultura— i sector secundari —industria transformadora i manufacturera— aquest sector terciari o "de serveis" no es podia aguantar en l'aire. Però noi, tants fars m'he fet de sentir en aquests 30 anys que calia canviar de paradigma, que les noves tecnologies son les que donen un alt valor afegit, que s'ha de potenciar el I+D+I, que calia anar a una "reconversió" industrial i naval (eufemisme que volia dir enviara a jugar al mus i la petanca, a càrrec de l'erari públic, a homes de 50 o 55 anys en plenitud de facultats, i a la que s'hi van apuntar de rebot elèctriques, bancs i similars)... que gaire bé em van acabar per convèncer.

 Però vet-ho aquí (potser ha estat casualitat) que en pocs dies m'he topat amb 3 articles que d'alguna manera semblen donar a entendre que no anava tant errat d'osques en les meves cabòries. Els dos primers a partir de sengles tweets de Javier Solana (aquest home és una màquina: em pregunto quan deu dormir) i el tercer de El Periódico d'avui mateix (ahir, quan publiqui l'apunt). Son els següents:
No cal dir que el més accessible, i també el més ajustat a la nostra realitat immediata, és el tercer. En faré una breu ressenya de cada un.

L'article del NYT (bastant extens) pren com a punt de partida un dinar mig informal que va tindre el president Obama amb els principals capitosts de Silicon Valley el mes de febrer de l'any passat, entre els quals hi havia l'Steve Jobs. Apple, tot i ser (ara parlo de memòria) la primera companyia americana en capitalització, té un nombre de empleats relativament reduït: 43.000 als EUA i 20.000 a l'estranger. Però en realitat dona feina a més de 700.000 persones, a través d'empreses contractades, pràcticament totes fora dels EUA. El principal interès del President Obama es va centrar en com es podia fer que part d'aquests llocs de treball tornessin als EUA. Jobs, amb la sequedat que el caracteritzava li va etzibar: "aquests llocs de treball no tornaran mai". L'article explica, a partir de diverses fonts i exemples, el perquè de la resposta de Jobs: Amèrica no només no pot competir amb Àsia en el cost de la mà d'obra (jornades de 12 hores, dormint en lliteres a la mateixa fàbrica), tampoc pot competir en terminis de subministrament, flexibilitat per muntar noves línies de muntatge, condicions de favor del govern xinès, etcètera. La actitud dels grans caps de Apple queda reflectida en frases com: "solucionar l'atur no és la nostra feina", "Nosaltres no tenim la obligació de solucionar els problemes d'Amèrica. La nostra única obligació és fabricar el millor producte possible".

L'article del The Guardian es d'un autor alemany i es va publicar originalment al Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ). Analitza el problema de Europa en el seu conjunt i proposa, com a model per a Europa, la política que "durant molts anys de treball dur" ha seguit Alemanya:
"Gravar als mercats financers, promoure la recerca i el desenvolupament, i mobilitzar inversions: això significa aprendre la lliçó de la crisi del mercat financer i canviar la nostra perspectiva. "És l'economia real, estúpid!" és el crit que ara sentim inclús a les nacions anglosaxones. Durant una dècada "política industrial" va ser un dels termes més passats de moda a la política. Però ja n'hi ha prou de reverenciar a les demandes de la indústria financera. La força de Alemanya - la força que ens ha convertit en l'àncora d'Europa - és el resultat de molts anys de treball dur per mantenir i modernitzar la producció industrial. També és el fruit de la nostra negativa a seguir els ensenyaments de moda però errònia de Londres i Davos."
Per descomptat que advoca per la recerca i el desenvolupament, però no per externalitzar la producció a d'altres continents, segons el model americà, que ja veiem on porta en el cas de Apple, sinó com a imprescindible simbiosi entre Universitat i Industria.

Pel mateix camí va Antón Costas. També en aquest cas el títol ho diu quasi bé tot. (Recordem que Madrid i Barcelona s'estan disputant el dubtós mèrit de acollir un macro parc temàtic a base de casinos, hotels i similars, d'una multinacional "del oci" que d'entrada exigeix gaudir d'unes condicions gairebé de paradís fiscal). Però tornant a l'article de'n Costas, diu:
  "Fixeu-vos en aquesta paradoxa. En aquests dies d’inseguretat econòmica i incertesa, provocada per una crisi originada en les finances, l’economia que se’ns posa com a exemple és l’alemanya. Una economia essencialment industrialista, plena de fàbriques que produeixen manufactures de tota mena, que està suportant molt bé la crisi. Altres economies que han apostat pels serveis, com el Regne Unit, tenen molts problemes i veuen com està augmentant la desigualtat al seu si.
A Alemanya, igual que a França, la indústria continua tenint un gran prestigi social. Això fa que la gent jove vegi en la indústria un camí adequat per a la seva trajectòria professional. Per aquest moyiu la formació professional gaudeix de prestigi i atracció; o que els millors universitaris i investigadors s’orientin a la indústria."
I afegeix que oposar manufactura i investigació és un error. Jo, com els Dupond, encara diria més, ha estat un descomunal error, en el que hem persistit durant dècades, que ens ha posat a la cua d'Europa quan, per primera vegada en molts segles, estàvem en bona situació per enlairar-nos, i, el que és pitjor, hem malbaratat el generós ajut que ens va vindre d'aquesta Europa a la que ara menystenim perquè ens ha posat davant el mirall de la nostra pròpia realitat.